1. Solo en casa de mi amigo, con su joven hermana


    Fecha: 09/05/2020, Categorías: Erotismo y Amor Autor: giovani.velasco, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos medio e índice y los apreté un poco... ella se mordía los labios... jugué unos minutos con ellos mientras le besaba el cuello... mis manos bajaron llegando a su cintura, más no termine ahí. Seguí bajando hasta agarrar su lindo trasero.
    
    Yo: ¡Dios! Vane estás tan rica y hueles tan bien que deseo probar todo tu cuerpo...
    
    Ella: si, yo también quiero eso, me contestó con voz suave y seductora.
    
    Continuamos besándonos. Ella comenzó a columpiar su cadera de adelante hacia atrás como si estuviera ya cogiéndola.
    
    Durante sus movimientos se frotaba contra mí, me había excitado ya. Me dijo que me desabrochara el pantalón... que ella quería que saliera mi pene... grande como lo sentía desde hace unos minutos
    
    Vanessa: estoy lista... me dijo al oído. Estoy lista para me hagas tuya bien rico... con ganas y con locura.
    
    Mis pensamientos invadían mis sentidos, dejándome llevar por el momento. En ese preciso momento le di la vuelta, la acosté en el sofá, mis manos procedieron a quitar su short. Sus pantys eran blancas... abrí un poco sus piernas y con mis dedos rocé suavemente su vagina sobre las pantys... se sentía húmeda...
    
    Yo: estás húmeda y caliente Vane.
    
    Ella: si, tócame, sigue así...
    
    Que rico se sentía. Mi mano frotaba su linda vagina. Miraba su rostro y notaba como disfrutaba al igual que yo.
    
    ella: quiero que me hagas el amor... me exigió excitadamente.
    
    En ese momento tome sus pantys y los quite descubriendo toda su vagina y colocando toda mi mano ...
    ... en ella. Vanessa brinco, soltando al mismo tiempo un rico gemido. Empecé a masajear en círculos lentamente su clítoris. Su vagina estaba depilada totalmente, era suave, rosada y húmeda. Totalmente como la imaginaba...
    
    Ella: ¡No pares! Sigue, ¡lo haces bien! Me decía como halago.
    
    Luego de unos minutos así, Mientras mi mano frotaba su clítoris, decidí ponerla a la orilla del sofá, le hice que flexionara sus rodillas y las llevara hacia su pecho... cambie de zona llevando uno de mis dedos a su ano. Y lo empecé a acariciar. Ella se extrañó.
    
    Ella: ¿por qué me acaricias ahí?
    
    Yo: ¿te molesta?
    
    Ella: me gusta... a pesar que nunca me habían tocado esa parte, me gusta. Pero ¿Por qué lo haces?
    
    Aquello de que nunca se lo habían tocado me excito aún más...
    
    Yo: cada vez que veo tu lindo trasero me he guardado las ganas de tocártelo y lamerlo con ganas, meterte mi lengua en tu sabroso culo.
    
    Ella: pero no crees que es algo sucio hacer eso.
    
    Yo: para mí no, de hecho, me dan ganas de hacerlo ahorita. Además, acabas de bañarte... quiero probar ese culo virgen...
    
    Ella: Dios, tus palabras me excitaban muchísimo y me hacen sentirme sucia al mismo tiempo.
    
    Mi dedo masajeaba lentamente su ano por fuera. Ella abría más las piernas para hacerlo más cómodo. Justo en ese momento fui introduciendo la punta del índice en su orificio haciéndole soltar un gemido.
    
    Yo: ¿que sientes?
    
    Ella: muy extraño, pero me gusta. No pensé que harías eso.
    
    Mi dedo masajeaba muy rico su ...
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