1. EL MENOR (JUAN CARLOS, SU AMIGO Y YO).


    Fecha: 09/05/2020, Categorías: Incesto Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    Un día mi hermano Juan Carlos y su amigo Carmelo me invitan a salir a dar la vuelta me subo al carro de su amigo en la parte de adelante y mi hermano se sienta a mi lado, inmediatamente me da un beso y su mano entra debajo de mi falda levantándola y metiendo un dedo para comprobar que ya vengo húmeda como le gusta, Carmelo observa mientras maneja, me volteo hacia él para ver la expresión de su cara. Mi hermano le dice que me muestre lo que tiene y él saca su verga del pantalón, mis ojos quedan fijos al ver el tamaño y grueso de este y en un impulso mi mano se dirige a tocarlo siendo frenada por Juan Carlos, quien me dice que no tengo permiso de tocar, lo miro molesta pero no digo nada, llegamos a la casa de su amigo entramos, ellos se quedan en la sala hablando mientras me voy a cambiar la ropa escucho decir al amigo de mi hermano quiero sus tetas en mi boca hasta hacerle acabar, lo he deseado desde que la he conocido pero no he tenido oportunidad, mi hermano le dice: Tendrás tiempo de disfrutar de eso y más, podrás acabar donde te provoque, lo único que no penetraras sólo conseguirás tocar con tu lengua y quizás meter un dedo es en su apretado orificio anal porque eso es exclusivamente mío y no lo comparto con nadie. Carmelo se ríe y le dice: Está bien, si es así ni modo amigo igual se ve y me has contado lo delicioso de su vagina y me he imaginado muchas veces hacerme la paja con esas tetas hasta acabar y bañar su cara. Termino de cambiarme me coloco un corsé negro con ...
    ... liguero, un hilo diminuto y medias negras sujetadas al liguero, unas botas de tacón alto complementa mí vestuario, recojo mi cabello en dos colas para simular las orejas Carmelo no lo sabe pero mi hermano me ha pedido hoy me porte como su perra fiel y obediente, me pinto la nariz en negro y mi boca en un rojo fuerte, respiro profundo y asumo mi papel, salgo del cuarto caminando en cuatro patas y moviendo mis caderas como los perros mueven la cola al ver a su amo en señal de emoción. Carmelo se queda con la boca abierta al observar la escena, llego hasta los pies de mi hermano, monto mis manos sobre sus rodillas mientras jadeo y ladro como perro chiquito, él me acaricia y me dice que me eche, obedezco de inmediato, Juan Carlos le pregunta a su amigo si le gusta su perra, que es de raza fina, obediente, complaciente y fiel; levanto la mirada y lamo su mano que está colgando cerca de mí, él le pregunta si desea acariciarme, Carmelo no sabe qué hacer y disfrutamos del efecto esperado por nosotros. Juan Carlos aprovecha y me ordena que salude a su amigo, obedezco y dirigiéndome hacia él moviéndome de la misma manera, llego le monto las manos en el pecho y paso mi lengua por su cara, siento la respiración agitada de aquel hombre y me excita, mi amo me regaña y me ordena volver hacia él, lo hago de forma sumisa y me echo de nuevo a sus pies; Carmelo apenas articula palabra diciéndole: ¡Vaya suerte! Que tienes al tener todo esto para ti. Mi hermano se ríe disfrutando al sentir la envidia ...
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