1. Lola y María... El principio


    Fecha: 10/05/2020, Categorías: Jóvenes Autor: caroltruco, Fuente: RelatosEróticos

    ... agachada, y subió la tela hacia arriba dejando un culo redondo y blanco al descubierto. Un culito al que le dio un azote... y otro, y otro... Resonaron en las paredes, enrojecieron la carne temblona.
    
    El chico se empezó a desabrochar el pantalón.
    
    -Putita... ya llega, tranquila- tranquilizó Lola a María girándola, sentándola y abriéndole las piernas. Para ello tuvo que quitarle las braguitas. Se las restregó en la cara a Alberto lo que ya terminó de desquiciarlo. Las tiró al suelo.
    
    -Ahora tú comes y yo te como, como te había dicho... Es muy fácil- dijo Lola empezando a estar evidentemente cachonda.
    
    Se puso en cuclillas, delante de Alberto, le sacó la polla ardiendo, la agarró fuerte y le dijo: -Nunca se ha comido una y la tuya va a ser la afortunada... Ven...
    
    La acercó a la boca de María, que ya estaba obediente y preparada, muy abierta, con la lengua fuera y los ojos desesperados.
    
    A la primera entrada se ahogó un poco... Alberto le dijo: -Chupa primero...
    
    Se la restregaba despacio, se la pasaba por los labios, le daba en la cara... María lamía como loca y succionaba la punta como podía. Enseguida se la empezó a meter casi entera. El chico comenzó a follarle la boca y a sujetarle la cabeza rítmicamente.
    
    Lola sonreía. En cuclillas aún, se arrodilló: -Muy bien, zorra, te lo has ganado.
    
    Y se empezó a deleitar con el olor a coño mojado de María. Le sujetó las piernas y se empezó a merendar el chochito chorreante que tenía enfrente. Lo chupó con ...
    ... tranquilidad, lo saboreó, se lo comió hasta el último rincón. Sólo paró para decir: -Pónsela bien gorda que quiero que me la meta enterita...
    
    María no podía escucharla con claridad, pues estaba concentrada en aquel trozo de carne que le parecía enorme, que entraba y salía de su boquita pequeña. ¿Cómo podía caber aquello ahí dentro?
    
    Se sentía sucia y muy cerda. Lola por fin le comía el conejito que tanto gusto le daba. Hacía dos meses que había empezado todo:
    
    Un día Lola de repente le metió mano en clase, le dio tanto gusto que desde ese preciso momento hacía con ella lo que quería.
    
    No podía pensar en otra cosa que no fuera su dedo. En cómo le había enseñado a tocarse la una a la otra cuando le "picaba" hasta abandonarse por completo. En el camino a sus bragas, siempre tan caliente.
    
    Desde hacía días Lola la "castigaba", no le hacía el mismo caso.
    
    Nunca habían hecho nada más que tocarse, hasta la semana anterior que la obligó a enterrarse en su concha hinchada hasta que le mojó la cara por completo. Fue tan diferente. Sus bragas se empaparon mientras se lo hacía... y ahora se estaba comiendo un rabo ella sola para que Lola por fin, le devolviera el favor.
    
    Joder, era tremendamente excitante. Alberto con la mirada de perro, la lengua chorreando baba, la polla tiesa como nunca, jodiéndole la boca y por abajo Lola haciendo que se deshiciera con cada lametón.
    
    Era imposible que se abriera más, que se entregara más. Podían hacer con ella lo que quisieran...
    
    Se vino en ...