1. Mi mamá 2


    Fecha: 12/05/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... acomodó bien y se durmió. Volví a agarrar su celular y lo seguí viendo. Habían vídeos donde estaba teniendo sexo con mujeres, metiéndose cosas entre ellas en sus conchas, en sus anos, se besaban la boca, se chupaban sus tetas sus conchas. Yo no sabía si esto que hacía lo hacía desde que se separó de mi padre, o ya lo hacía estando con él. Lo que sí se, es que nunca la vi borracha y menos, que tengamos sexo, eso nunca se me había pasado por la cabeza. Yo no sabía como me sentía, esas fotos, esos videos, mi madre teniendo sexo con otras mujeres, como se dejaba coger conmigo, pero que iba a hacer?, tenía miedo en el fondo que le pase algo, pero que iba a hacer, mi madre es una mujer de casi 40 años. Hasta que me doy cuenta que mi madre estaba parada, casi a mi lado, completamente desnuda, descalza, «ven corazoncito mío, vamos a cachar», me dijo, agarrando su celular que lo tenía en las manos. Yo me quedé sorprendido, pensé que me iba a decir algo por estar espiando sus cosas. «Ven mi amor, ven a cachar a mamá», me dijo tirando el celular sobre el sillón y me pasaba sus tetas por mi cara. Yo le empecé a chupar una de sus tetas, «mmmmm, que rico me chupas las tetas, manoseame, manosea a la puta de tú madre», me dijo agarrando mis manos con las suyas y una la llevó a su concha, y casi tirándose sobre mí, puso la otra en sus nalgas, «manosea mi cuerpo, demuestra que eres el macho, pegame, humillame», me pedia besando mi cara y yo chupaba una de sus tetas, le metía los dedos en su ...
    ... concha, le manoseaba las nalgas. Me levanté y nos fuimos a su dormitorio, se tiro boca abajo, levantando y moviendo su cola, «pegame, pegame fuerte en las nalgas que me encanta, dame una paliza», me gritaba y movía su cola para los costados. Yo le empecé a pegar con la mano en sus nalgas, «más fuerte, pegame mas fuerte», me gritaba y se ponía de perrito. Yo le empecé a pegar mas fuerte, sus nalgas se ponían rojas, «con tú cinturón, pegame con tú cinturón», me gritaba metiendo sus dedos en su concha mientras yo le marcaba las nalgas a cintazos. «En los pies, en las piernas, en la espalda, dame una buena paliza, marcame toda», me gritó acostandose boca abajo en la cama sin sacar la mano de su concha. Yo me puse como loco dándole cintazos por todo su cuerpo. La planta de sus pies, sus piernas, su cola, su espalda se estaban poniendo de un rojo carmesí, mi madre gritaba y lloraba de dolor mordiendo las sábanas. «Espera, espera», me dijo poniéndose boca arriba, dejando que vea su concha pegajosa, sucia con la leche de quien sabe, «cachame, cacha a tú puta», me gritaba abriendo los labios de su concha. Me subí sobre ella y le metí bien adentro la pija, escuchando su gemido, me envolvió con sus piernas y sus brazos, pegando su cuerpo al mio, movía sus caderas, gemia, «así, así, sigueme cachando así», gritaba moviendo sus caderas como loca. «Dame otra paliza», me dijo haciendo que me baje de encima de ella y se volvió a poner boca abajo. Alguno de los golpes que antes estaban bien ...