1. La amiga sexy de mi novia (1)


    Fecha: 13/05/2020, Categorías: Primera Vez Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    Sonia había venido otras veces a comer a nuestra casa. Cuando mi novia me la presentó la primera vez me gustó una barbaridad, pues era muy "neumática" y bajita y su tipo me ponía muy cachondo. Una tarde, mi novia me dijo que Sonia vendría a pasar cuatro días con nosotros y que luego se iría definitivamente a Inglaterra, pues allí había encontrado trabajo de "au pair" y que se quedaría definitivamente a vivir allí. Los dos primeros días iban pasando lentamente y muy despacio y yo esperaba el tercer día que sabía que la tendría para mí solo, pues mi novia se iba a trabajar muy a primera hora y vendría muy tarde. Al regresar del gimnasio, ella se acababa de levantar y la vi muy sexy a pesar de la cara de recién levantada que tenía. Usaba un depravado tanga rojo muy libidinoso y sexy y una pequeña blusa que le transparentaba sus duras tetas y eso me abrió los ojos. Se fue a la ducha y dejó desasistidamente el tanga en una percha del cuarto de baño, momento que esperé para cogerlo y olerlo, ¡qué bien olía!, no solo por el suave perfume que llevaba, sino que además porque olía a zorrita en celo, y eso aumentó más mi libido.
    
    Mientras se duchaba y sin decirla nada, la preparé un reparador desayuno con un café, un zumo de kiwi recién hecho y dos tostadas con aceite de pan de molde. Ella terminó de ducharse, se embutió dentro del blanco albornoz que le dejé para esos días y vio que le preparé el desayuno. Ella, muy agradecida, me dio las gracias y un beso en la mejilla, cosa que me ...
    ... electrizó bastante. Mientras desayunaba, yo recogía la casa y hacía las habitaciones para que ella se sintiese cómoda y a gusto y me volví a sentar junto a ella. Despreocupadamente ella dejó entrever su provocativo canalillo y resaltaban tanto sus fenomenales y muy sugerentes tetas que tan burro me ponían. Terminó de desayunar y yo había hecho las labores que mi novia me había encomendado. Ella regresó al cuarto de baño para terminar de asearse, porque quería ir con ella a hacer una visita turística después de comer. Ella vestía sexy, yo no paraba de mirarla, siempre estaba simpática y parecía que también sonreía con la mirada y yo estaba solícito y complaciente a cualquier cosa que me pidiera.
    
    Fuimos a un museo y yo casi fui su guía contándole mil y unas historias sobre los cuadros y esculturas que vimos en aquella exposición. Al salir me pidió que fuéramos a comprar ropa, pues lo necesitaba. Yo la di mi opinión sobre lo que ella compraba a cada momento, pues estaba empezando a notar cierta atracción de ella hacia mí y eso me estaba entusiasmando. Terminamos de hacer las compras y regresamos a casa atravesando unos parques anejos a nuestro barrio y fuimos charlando sobre ellos y nuestras miradas eran de pasión callada. Al llegar a casa, ella fue a su habitación y yo me senté un poco a descansar, cuál no sería mi sorpresa que Sonia apareció ante mí con un provocativo tanga igual que el que había llevado toda la noche para dormir y unos fenomenales zapatos rojos de tacón de ...
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