Yo no quería sexo con mi primo, pero mi marido sí
Fecha: 14/05/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: u254213, Fuente: CuentoRelatos
... con sus brazos diciéndome.
- Lo sé prima, pero este mundo es de locos, ya no sabemos que está bien y que está mal, pero lo único que quiero hacer ahora es besarte.
- Pero primo, no es posible, eres mi primo y estoy casada.
- Lo sé pero eso no es importante ahorita, lo único importante es tu deseo y mi deseo, ¿O me vas a negar que no lo deseas?
- No, cierta parte de mi lo dese…
No acabo de decir la frase cuando siento sus labios carnosos, suaves, húmedos y tibios en los míos, aunque trato de resistirme un poco al final cierro los ojos y le correspondo, siento su lengua tratar de entrar a mi boca a lo que le empiezo a dar acceso y empiezo a sentir como su lengua empieza a jugar con la mía, trato de pensar que solo será un beso, pero empiezo a sentir sus manos que me toman el trasero y con la otra me empieza a acariciar un seno, trato de retirarla pero sus fuerzas son mayores.
- No primo, por favor.
- Vamos prima, solo un poco, me encantas y si no pasa nada ahora nunca pasará.
Mis gritos de no primo cada vez son más opacos, él retira su mano de mi trasero pero la mete bajo mi falda, en un segundo no sé cómo hace un lado mis bragas y siento su dedos en mi vagina, que ya está muy húmeda, así mis réplicas de “No primo” empiezan a cambiar por jadeos y gemidos de mi parte, siento como se está calentando todo mi cuerpo, retira su mano de mi vagina y empieza a acariciar mis piernas y mis caderas.
- Estás tan rica primita.
- ¿Si?
- Siempre te he ...
... deseado.
Me empieza a desabotonar mi blusa, quitándomela lentamente mientras no paramos de besarnos yo sigo tocando su dorso un poco sudoroso algo que me gusta sentir, me desabrocha el sostén con mucha habilidad lo que me confirma sus dotes de Don Juan, siento su cuerpo con el mío, su pecho con el mío es una sensación deliciosa, pienso en mi esposo pero trato de justificarme que también es su fantasía, me empieza a besar el cuello y eso me va poniendo cada vez más caliente, empieza a bajar a mis senos dándole besos, chupadas, mordiditas, yo trato de desabrochar sus bermudas pero no puedo, ya quiero sentir u verga en mis manos, en su boca, dentro de mí, Edmundo al ver que no puedo lo hace por mí, quitándoselas de una patada yo aprovecho para quítame la falda y mis bragas quedando completamente desnuda, al ver que se iba a quitar los boxers lo detengo y me arrodillo frente a él, noto su verga ya erecta bajo su prenda interior, voy bajándolos lentamente dejando al descubierto su pene erecto, depilado, lo vi exquisito, lo tomé con mis manos y suavemente lo empecé a introducir en mi boca teniendo esa sensación inexplicable, al sentirlo duro pero suave por fuera y caliente, intente meterlo todo pero era grande, un poco más que el de mi esposo, por lo que quedó una pequeña parte fuera de mi boca, empiezo a hacer los movimientos naturales de una buena mamada, entra y sale, le empiezo a lamer desde sus testículos hasta la punta y veo como se estremece, solo atina a decir -¡Wow, qué rico ...