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Obedezco, así soy feliz (y III)
Fecha: 29/09/2017, Categorías: Dominación / BDSM Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster
... Allí ata una cuerda a las esposas y pasa el otro extremo por una de las anillas que cuelgan del techo.Me encanta estar atada, a vuestra merced. En estos momentos es cuando más indefensa me siento, pero también cuando más segura estoy de que tu cuidarás de mí.El hombre tira de la cuerda y me deja colgada de mis brazos balanceándome. Con otra cuerda ata juntos mis pues y los sujeta a otra anilla que sale del suelo. Soy como una cuerda de guitarra que uniera el techo al suelo. Ahora ha cogido una larga fusta. Tiene la cara tensa, los ojos semicerrados, una sonrisa que me aterra.Os habéis callado. Todos miráis la escena. Tu mirada me da ánimos, sé que estás aquí para ver hasta donde llega mi amor por ti y no puedo decepcionarte.El hombre se pone a mi espalda. Oigo el silbido del aire cuando agita la fusta. Mi corazón se acelera, pero no digo nada. Siento la fusta zumbar en el aire y caer sobre mis nalgas. Siento un agobiante dolor y un gemido se escapa de mi garganta. A continuación cae otro fustazo, luego otro y otro. Los gemidos de dolor que la fusta me arranca parecen exaltarlo y los golpes se hacen más y más fuertes. Un latigazo rodea mi costado y va a dar directo en mi pecho. Dirige los golpes a mis nalgas y piernas. Mis mejillas se humedecen con lágrimas. A través de la humedad de mis ojos te veo observarme. Por tu gesto sé que estás orgulloso de mí. El hombre se ha detenido y me ha desenganchado de la viga haciéndome caer al suelo. Me ha tomado del pelo y me ha hecho ...
... arrodillarme. Me muerde los labios y los pechos. Sus dientes quedan marcados en mi piel. Repentinamente se olvida de mí, me deja y vuelve a la mesa. Estoy tirada en el suelo como un juguete roto al que nadie prestara atención, con los pies y las manos aún atados. El dolor recibido hace que no sea consciente de lo que ocurre a mí alrededor, estoy aturdida. No advierto que los dos hombres que aún no me han tocado han abandonado la mesa y se han acercado a mí. Siento unas manos que me toman, me incorporan un poco y me hacen colocarme de rodillas. Uno de los hombres rodea mi cuello con sus manos y me obliga a pegar mi cara al suelo. El otro se sitúa detrás de mí, corta las ligaduras de mis pies y separa mis piernas. Sus manos se posan en mis nalgas y las acarician mientras su lengua las recorre siguiendo los caminos que la fusta ha dejado marcados en ellas. El dolor se hace más llevadero. Su lengua termina su recorrido sobre mi puerta trasera. Un espasmo me recorre mientras el hombre que me sujeta el cuello se ríe.A esta puta le gusta, vamos a ver si lo suficiente, rómpele el culo.Siento como la lengua es sustituida por algo mucho más grande poderoso. La polla comienza a abrirse paso. Es muy gruesa. Los músculos de mi culo se relajan. Siento como se estiran hasta el límite. Nunca he recibido algo tan grueso. Sin embargo estoy bien entrenada, sé que hacer y mi esfínter se abre sobre la polla. Siento entrar cada milímetro, siento como mis entrañas se llenan. Un poco mas y ya está, el ...