Mi hermana y yo nos follamos al mismo tipo
Fecha: 29/09/2017,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Mara, Fuente: CuentoRelatos
Esto que les cuento a continuación pasó de verdad, fue hace mucho tiempo pero me parece que apenas sucedió ayer, los recuerdos están claros en mi mente y son experiencias sexuales que me llevaron junto con mi hermana Lora a descubrirme y saber que mi vida como nena cada vez se iba volviendo más excitante, en mucho gracias a mi hermana, bueno les relato sin más. Después de haber cogido ricamente con mi hermana, nos volvimos ambos más calenturientos, ella ya se había desengañado del padre de su hijo y el desenamoramiento y las ganas de sexo que le acometían la llevaban a usarme a mí, su propio hermano como el calmante de sus ansias de mujer, a mí que hasta antes de ella no tenía mucha experiencia me fascinaba su mundo de mujer hermosa y coqueta, me volví su cómplice y acompañante en sus encuentros sexuales pero, ¿Cómo sucedió?
Pues fácil, a mi hermana se le ocurrió que saliéramos juntas, como dos mujeres, dos hermanas, así que rogándole a mamá logramos convencerla de que nos diera permiso para salir un sábado en que ella tenía que trabajar desde las 9 de la noche hasta las 9 de la mañana del domingo, mamá aceptó llevar a nuestros hermanos y al bebé a casa de la abuela cerca de la nuestra, por lo cual ya que nos quedamos solos comenzó mi transformación a una mujercita de 18 años, me faltaban como dos meses para los 19. Ya a solas sacó mucha ropa de ella y me fui probando prenda tras prenda hasta llegar a la que más me gustó y que ella me sugirió. Una minifalda amplia con ...
... olanes de color negra y una blusa verde de tirantitos, zapatos de tacón alto, abiertos, la peluca perfectamente peinada, aretes de aro de fantasía de clip, un juego de pulseras azules de plástico, dos anillos de oro con piedritas azules y uno en forma de doble aro enrollado, me bañé y me depilé perfectamente las piernas, las axilas y un poco de bello del vientre, así me puse las pantaletas que mi hermana me escogió, unas súper estrechas que apretaban mi pene y mis testículos perfectamente acomodados hacia atrás.
Me sentía una mujercita y muy putita por cierto, Lora se puso un vestido de tirantes cruzado que resaltaba espectacularmente sus senos blancos y bien parados, unas pantaletas diminutas y zapatillas de tiras enrolladas en las pantorrillas. Con su pelo encrespado se veía hermosa. Ella me maquilló a conciencia, demostrando unos conocimientos singulares para lograr la más completa feminización de mi rostro. Ya convertidas en dos princesas, salimos a la calle contoneándonos al centro, los tíos nos silbaban y lanzaban piropos que a mí al menos me enardecían. Me sentía la reina del mundo, solo los travestis y transexuales pueden conocer del inmenso poder que da a la mujer una sensualidad de esta naturaleza.
Llegamos a una discoteca de salsa donde había muchas mujeres muy guapas y hombres sedientos de ellas, la verdad es que el lugar me dio un poco de miedo, no estaba en un lugar selecto sino en una calle de los alrededores del mercado central. Pero los bailarines en la ...