Mierda de mujer - Relatos Eróticos

Mierda de mujer

Era sábado, por la mañana yo salí a dar un paseo como otro día más, al pasar por la plaza del pueblo la vi, me fijé en ella pero sin más, después de un rato decidí que ya era hora de volver a casa y entonces volví a verla, ella salía de una tienda e iba bastante cargada, me acerqué a ella y le ofrecí ayuda para llevar sus bolsas.

- Gracias hombre, eres muy amable, toma coge una bolsa.

- De acuerdo.

La bolsa pesaba bastante pero como iba detrás de ella de vez en cuando miraba su culo y la bolsa parecía pesar menos.

- ¿Pesa mucho? Ya casi hemos llegado, muchas gracias por ayudarme.

- No se preocupe, es un placer ayudar a una mujer tan hermosa.

Cuando llegamos al portal ella abrió la puerta, luego abrió la de su casa, me ofreció pasar para sentarme en una silla y descansar, acepté y me senté en la cocina, ella fue a llevar las bolsas al salón y después fue a la cocina conmigo, me sacó una Coca Cola.

- Bueno, ¿Cómo te llamas? Yo soy Diana.

- Encantado Diana, yo soy Paco, ¿Usted no bebe?

- No gracias, beberé agua, la Coca Cola me da diarrea.

- Lo siento Diana.

Entonces se levantó y al ir hacia la nevera a por el agua soltó un pedo.

- Perdona Paco.

- No importa Diana, está usted en su casa.

- Ya Paco, pero a ti a lo mejor te molesta.

- En absoluto.

Y soltó una pedorreta, entonces yo me llevé la Coca ...

... Cola a la boca y ella se acercó a mí por detrás.

- No puedo más Paco, ayúdame a desabrocharme el pantalón.

La ayudé a bajarse el pantalón, se puso sobre mí y volvió a soltar más pedos, yo puse mis manos en su culo e incluso metí un dedo en su ano, este quedó manchado de caca, entonces ella se echó para adelante sobre la mesa y comenzó a hacer fuerza.

- ¿Qué hace Diana?

- Me cago Paco.

-Espere.

Me quité la camisa, puse mi boca en su ano y le pedí que lo hiciera, ella se abrió las nalgas con sus manos e hizo fuerza para soltar una cagada descomunal, tras lo cual se dio la vuelta y me ayudó a que todo entrara en mi boca para tragarlo, luego terminé de beberme la Coca Cola mientras ella desabrochaba mi pantalón y se metía mi polla en su boca, tras unos minutos de mamada me corrí en su boca, ella se tragó todo mi semen. Tras esto me dijo que tenía ganas de mear y me pidió que me tumbara en el suelo, terminamos de desnudarnos, me tumbé en el suelo de la cocina, ella se uso de cuclillas sobre mi cara y empezó a orinar sobre mi boca entrecortadamente para que yo pudiera tragarlo, al final puso su coño en mi boca para que lo chupara.

- ¿Te ha gustado Paco?

- No, me ha encantado Diana, es usted maravillosa y hace sus necesidades muy bien.

- Gracias Paco, ¿Te quieres quedar a comer, estaremos solos tú y yo?

- De acuerdo Diana.