1. A por ella (III)


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... manos. Vero la miraba con cara aturdida. Le señalé la raja de su compañera. Me miró sorprendida. Había entendido lo que quería, pero no se lo podía creer.
    
    Miró la depilada raja durante un momento y me miró de nuevo negando con la cabeza. Le enseñé el látigo que sujetaba mi mano, y con cara de pocos amigos le volví a señalar la raja. Acercó la cara a la entrepierna y se detuvo, colocó las manos, una a cada lado, como si no se atreviera. Me miró y sin esperar contestación comenzó a lamer la vulva de Cristina. Aprendiendo poco a poco, separó suavemente los carnosos labios vaginales, y aguantándolos con dos dedillos cada uno metió la lengua entre ellos lamiendo el suquillo que salía del coñito. Poco a poco Cristina comenzó a resoplar rítmicamente en un intento de apaciguar y acallar los jadeos.
    
    Los soplidos asustaron a Vero que se detuvo un momento mirándome, y continuó a una señal mía. Buscando lamía y chupaba los labios de los dos lados, para luego meterle la lengua por la raja, bien a fondo, continuando con el clítoris que comenzaba a moverse levemente, junto con su cadera que buscaba más y más placer, de aquella lengua inexperta que no era la mía. Los jadeos no tardaron en aparecer, y poco a poco aumentaron el volumen acompañando los lametazos mi esclava favorita.
    
    Aprendió pronto, dónde daba más placer su lengua, y se centró básicamente en esos puntos, sin olvidar de vez en cuando los demás rincones, que también entraban en el juego. Susurré al oído de Vero que le ...
    ... diera algunos mordisquitos. Sin más, comenzó entre mordisquito y mordisquito a lamer. Un tremendo jadeo al morderle el clítoris, hizo que las lamidas y mordiscos se centraran más por esa zona, que cada vez estaba dando más placer a aquella perra en celo, que estaba llegando al orgasmo. Pronto su cintura comenzó a tremolar, y los jadeos se hicieron casi continuos, en señal que se iba a correr.
    
    Me acerqué a Vero y le dije que gozara con ella y que recibiera y se tragara todo el liquido de su orgasmo. Un chorro de flujo salió inesperadamente hacia la cara de Vero, que asustada apartó un poco la cara sin tener la suerte de librarse del chorro. Volviendo a su trabajo continuo chupando y lamiendo los jugos que había escupido Cristina, que aún seguía jadeando por las continuas atenciones de Vero.
    
    Me dirigí hacia Cristina y le quité los tapones de los oídos.
    
    -¿Te gusta zorra? -Siii... ...mi amo. Me gusta mucho amo.- me contestó entre gemidos.
    
    Sin comprender que no era yo quien la había hecho correrse, le quité el pañuelo de los ojos. Me miró y levantó la cabeza para ver quién le estaba dando tanto placer. Al ver a Vero, que mientras seguía lamiendo la miraba, dejó de jadear poniendo una cara de aturdida y de circunstancia. Sin creérselo aún, su cara iba cambiando y sin poder aguantar más, dejó caer la cabeza y estalló en una serie de jadeos continuos, que me mostraban que Vero estaba haciendo su trabajo a la perfección. Antes de que se volviera a correr cogí dos pinzas con ...
«12...567...16»