Paola Cap I. Infiel por Venganza
Fecha: 19/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dantestr, Fuente: RelatosEróticos
... cabello.
―Juan Carlos, no pensé que me agradaría tanto verte ―saludó Osvaldo, con una controlada pausa en su afirmación, acompañada por una casi imperceptible ojeada al escote de Paola, que le quedaba casi al nivel de los ojos.
Paola creyó que su marido se alteraría, pero pareció no haber notado nada. De alguna manera, la actitud descarada y a la vez controlada del recién llegado le pareció en extremo presuntuosa.
—Lástima que no pueda decir lo mismo ―atinó a responder Juan Carlos, en un lamentable intento de parecer gracioso. Osvaldo le devolvió una carcajada que demostraba claramente su indiferencia ante el verdadero significado de la supuesta broma.
―¿Debo inferir que esta hermosa señorita viene contigo? —preguntó, dirigiendo a Paola una sinuosa sonrisa.
―La señora Mecci es mi esposa ―replicó secamente Juan Carlos.
―Vaya, qué sorpresa. Un placer conocerla, señora ―saludó Osvaldo, inclinándose afectadamente―. ¿Te das cuenta, querido Juan Carlos, de las compensaciones que nos ofrece la vida? Siempre en busca del equilibrio―. Los vivaces ojos de Osvaldo se fijaron ahora con descaro en el escote de Paola, y sin agregar palabra se retiró para saludar a otras personas.
―Qué curioso lo que dijo, ¿sabes a que se refería? ―preguntó Paola.
―Es su forma de decir que lo harán socio del bufete en vez de a mí ―repuso Juan Carlos, notoriamente incómodo.
Paola entendió, pero le pareció ver más allá que su marido en las palabras de Osvaldo. Además de sugerirle a ...
... Juan Carlos que él lo superaría en su carrera profesional, se le había insinuado a ella de tal forma que su marido ni siquiera se había percatado. Los ojos que había detrás de esos gruesos lentes se habían clavado intensamente en la hendidura de sus senos, escudándose en el sentido profesional con que Juan Carlos entendería sus palabras. Paola empezó a sospechar por qué Osvaldo provocaba el rencor de su marido, y sintió un escalofrío al recordar aquellos impertinentes ojillos recorriéndola.
La noche continuó de presentación en presentación. Paola conoció a compañeros y clientes de Juan Carlos, siempre con una sonrisa inmune a las miradas indiscretas de algunos de ellos.
Mientras conversaban con los Cerda, un matrimonio de ancianos dueños de una gran constructora y posibles clientes del bufete, Juan Carlos se excusó y la dejó sola, pretextando que debía ausentarse un momento para consultarle algo a uno de los ejecutivos superiores de la firma. Entonces Paola notó que el señor Cerda la miraba con cierta insistencia. Siguió haciendo el papel de esposa amable y simpática, pero cada vez las miradas del viejo se hacían más evidentes. Su mujer, ignorante del efecto que esa despampanante invitada producía en su marido, le hablaba a Paola de sus numerosos nietos, cuál de ellos más inteligente y amoroso. El señor Cerda agregó que su nieta mayor era toda una belleza, con un físico que parecía calcado del de Paola. Cuando dijo eso, la señora Cerda pareció darse cuenta de lo que le ...