1. En la Ruta del Bakalao


    Fecha: 20/05/2020, Categorías: Anal Fetichismo Gays Autor: john_kelly, Fuente: xHamster

    ... par de horas, no quiero que dejéis de encularle hasta que llegue, ¿entendido?. Dicho esto se fue, y entraron tres colegas suyos. Vestían a lo skin, unos pantalones ceñidos, botas militares y una cazadora alpha bomber. Me quedé sorprendido, no les importaba que fuese verano, preferían llevar ese aspecto de matones. Me cogieron, me ataron los brazos a la cama como les habían indicado, y luego uno de ellos se desabrochó el pantalón, se sacó la polla y me la metió. Empezó a follarme, y aunque su ritmo no se podía ni comparar con el de Alex, también me estaba dando buena caña. Siguió dándome sin pausa hasta que se corrió monumentalmente dentro de mi recien estrenado culo. La sacó y se puso otro a darme por el culo, me ardía una barbaridad, pero tantas corridas me habían lubricado bastante bien y las embestidas eran muy placenteras. Las casi dos horas se hicieron muy largas. Cuando Alex entró, aún me estaba follando el tercero. Le dijo: - Dani, córrete ya. Apretó un poco el ritmo y se corrió, mientras tanto él se volvía a quitar el pantalón. Qué cuerpo tenía, era inigualable, bello, proporcionado, fuerte, fibrado, muy trabajado, tenso, y sumado a su apariencia de ...
    ... bakala y la forma de la que se comportaba... me habían estado follando durante tres horas, él y sus tres colegas, que ya se habían ido y me habían llenado por dentro de leche, la notaba caliente por todo mi interior. Alex me dijo: - ¡Qué!, ¿te ha gustado ahora? Me la volvió a meter, y deleitándose con esa lubricación natural, estuvo unos 10 minutos dándome, como él dijo, para que recordara quién follaba mejor. Me la sacó, me puso un cojín bajo la cabeza para que la tuviera inclinada. A continuación se sentó sobre mi pecho y me la metió en la boca. - Venga, mama, cabrón! Sabía a macho, sabía a cabrón, sabía a follador, en definitiva, sabía a bakala. A los pocos minutos, mientras me sostenía la cabeza con sus manos, descargó una abundante corrida en mi boca, que me hizo tragar. Se puso de pie y me dijo: - Oye perra, ¿sabes qué hacen los a****les para marcar propiedad? Se puso de pie, cogió su polla y empezó a mearme en la cara, y no me dio asco, me excitó aún más. Cuando acabó dijo: - Ahora eres mío. Viendo cómo se vestía otra vez, sin poder tocarme, me corrí como nunca antes me había corrido, hasta me dolieron los cojones. Él me miró, sonrió chulescamente y se fue. 
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