Cubriendo Las Necesidades
Fecha: 20/05/2020,
Categorías:
Tabú
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
Hola, me llamo Enrique. Cuando ocurrió esta historia yo tenía veinte años. En casa vivíamos mi padre Enrique, mi madre Marta y yo, mi hermana mayor ya se había independizado y apenas venía por casa, eso sí, llamaba a mi madre todos los días para interesarse por ella y saber cómo iba nuestra vida, ya que desde que se casó se marchó a otra ciudad y nos veíamos en las fiestas más señaladas.Para mi desgracia, se dieron dos circunstancias que facilitaron los hechos que os narraré. Por un lado, mi padre tenía que hacer más horas de trabajo pues su pequeña empresa no acababa de levantar cabeza después de la crisis económica que hacía unos años casi consigue que desapareciera. Por otro lado, mi madre era una mujer fogosa que necesitaba sexo muy continuo, y que mi padre no podía satisfacer por sus exigencias laborales.Una noche volvimos de la boda de un primo mío, mi padre había bebido mucho y lo tuvimos que acostar entre mi madre y yo. Después nos sentamos en el salón y ella, qué también había bebido más de la cuenta, empezó a hablarme. No sé si el alcohol o la desesperación, o los dos juntos, ella empezó a hablarme de sus problemas.- ¡Dios, qué alivio! – dijo quitándose aquellos zapatos de tacón de aguja – ¡Desde qué ha empezado la boda estaba loca por quitármelos! – aunque ya no estaba tan compuesta como cuando llegamos a la iglesia, estaba preciosa con aquel vestido súper ajustado. Algo despeinada y con el maquillaje algo corrido, pero hermosa como era ella. Bajó la cremallera ...
... que tenía en el lateral del vestido y se sintió más libre - ¡Qué gusto!- ¡Nunca entenderé por qué se ponéis tan hermosas y tan incómodas para ir a una boda! – le dije.- Es algo de mujeres…A partir de ahí, no paró de hablar, el alcohol le había soltado la lengua y me divertía escuchar a mi madre tan desinhibida. Me habló de su infancia, de algunos novios que tuvo, me contó cómo conoció a mi padre y lo que lo quería y entonces cambió su cara.- Hijo, desde que tu padre está todo el día con la empresa, tengo un problema…- Dime… - la miraba y noté como se sentía algo avergonzada.- Él cada vez que llega a casa está muy cansado. Está todo el día de arriba abajo, con los pedidos, buscando nuevos clientes… Cuando llega tan tarde come se acuesta y hasta el día siguiente.- Eso lo sé mamá. – le contesté acercándome un poco a ella en el sofá y acariciando su hombro – cuando acabe los estudios me dedicaré a tiempo completo a echarle una mano a ver si sacamos la empresa adelante.- Lo sé cariño. – me acarició la cara – El problema es mío. He hablado con tu padre y ha accedido a que te haga una petición.- Dime… - quedé esperando.- Mira, hay algo que no te he contado en todo este rato sobre mí. – bajó la mirada un poco avergonzada – soy una mujer muy… fogosa. – los dedos de sus manos jugaban nerviosamente con el anillo de boda – Necesito hacer el amor casi a diario… - quedé extrañado al escucharle decir aquello – y ya sabes que con las condiciones que vuelve tu padre del trabajo, no puedo estar ...