1. EL INTERNADO (25) Martin Polla de Caballo


    Fecha: 30/09/2017, Categorías: Gays Autor: ZLASKO, Fuente: SexoSinTabues

    ... estar tío. Verás, cierra los ojos. , o mejor aún, te los voy a tapar con un trapo, y tú solo tienes que imaginarte, que quién te toca la polla es ella. , y al mismo tiempo me vas diciendo lo que te gustaría hacerle a mi amiga. Déjate llevar por el morbo y el calentón, y disfrutemos colega. ¿Vale? MARTIN: Vale tío. , a estas alturas del calentón, me da igual 8 que 80. , jajaja. Con los ojos vendados y la polla por fuera del slip, Martin seguía atento a lo que yo contaba, hasta que el colega cogió el hilo y se desató, soltando por la boca las guarradas que deseaba que le hiciera la puta niñata. Le indiqué a Jorge con la mano, que se arrodillara entre sus piernas pegado al pollón de Martin, y que le hiciera todo lo que él iba hablando. Agarró el cipote rodeando todo el tronco con la mano, se lo restregaba por la cara una y otra vez, dejándosela toda pringosa y mojada de pre-cum. Su compañero seguía relatando las cochinadas colmadas de vicio, hasta se le trababa la lengua por la excitación y el colocón que llevaba encima, que a esas alturas era ya super bestial. Jorge pasó la nariz por todo el tronco, percibiendo el olor a tío bueno que desprendía aquel cipote empalmado, mojándolo y humedeciéndolo por completo de saliva con su lengua. Me tenía la boca hecha agua, mientras lo miraba chupándole la polla, los calzoncillos los tenía chorreando de pre-cum por la excitación…, las drogas en las cervezas había surtido su efecto…, y al parecer, yo no era el único que se había puesto ...
    ... puta. Martin se aferraba con las manazas a la cabeza de Jorge, apretándosela con fuerza contra su pollón, mientras se espatarraba el cabronazo de gusto. , y sin impórtale ya lo más mínimo, que su compañero, un tío, le estuviera chupando la polla. Se la mamaba de vicio el tío. , y lo sé por propia experiencia, que gusto te da el mamonazo en el cabezón de la polla con la lengua, solo había que escuchar los gemidos de gozo que salían por la boca de Martin, los gritos de placer, las palabras guarras que le decía a su compañero mientras disfrutaba y le follaba la boca. Cogí un tarrito de poper´s, le pegué una oliscada y lo pegué a la nariz de Martin, para que lo olfateara. Cuando el tío olió aquello, el corazón se le salía del pecho, el subidón fue bestial literalmente, quité a Jorge de su pollón y me lo metí en la boca, empezando a mamársela como si me faltara para vivir. La sensación dura cinco segundo, pero para Martin era como un vicio interminable, una nube de gozo indescriptible, y un calentón incontrolable que le permitía sin vergüenza ninguna, dejarnos hacerle lo que nos diera la gana. A partir de ahí nos pasábamos el tarrito sin parar, olisqueando uno detrás del otro, los tres estábamos como unos putos guarros, cachondos y muy calientes, descontrolados al máximo y feroces como animales salvajes. El colega se levantó y me sentó en el suelo dándome la vuelta, colocándome la cabeza apoyada en el filo del colchón, y frente a su cipotón. Volvió a empalarme la boca metiéndome la ...
«1...345...»