Un rapidito en una noche de lluvia - Relatos Eróticos

Un rapidito en una noche de lluvia

Esa noche estaba sola en casa; o mejor dicho, con Víctor, quien todavía era mi novio bastante reciente. Llevábamos apenas dos meses de noviazgo, pero todo marchaba muy bien entre nosotros; empezando por el sexo…Mis viejos habían salido a una fiesta de cumpleaños y me advirtieron que regresarían algo tarde. Por eso apenas me quedé sola, llamé a Víctor para que viniera a hacerme compañía…Pusimos como fondo una película erótica; pero nos estábamos matando a besos apasionadamente en el sofá de la sala, cuando sorpresivamente Víctor me cargó sobre su hombro y me llevó a mi habitación. Yo volaba de la calentura y lo dejé hacer; podía sentir humedad entre mis muslos, mientras mi novio me llevaba en el aire, acariciándome la cola enfundada en unos ajustados vaqueros.En ese momento comenzó a llover casi torrencialmente; así de golpe. El ruido de las gotas de esa furiosa lluvia sobre el tejado hacía que la noche fuera realmente propicia para el sexo…Yo estaba en llamas y no pensaba detener la calentura que mostraba Víctor. Pero le dije que deberíamos hacerlo rápido; ya que mis viejos podrían volver en cualquier momento.En realidad, cogíamos casi a diario y en mi propia habitación; así que debíamos reprimir los aullidos y gruñidos para no asustar a mis padres. Pero esa noche se me antojó que no quería ser descubierta por ellos en plena faena…Insistí en el posible regreso repentino de mis viejos, mientras Víctor me lanzaba sobre mi cama y continuaba devorándome a besos, sin escuchar mis ...

... advertencias.Mi novio dejó de besarme unos segundos, solo para quitarse la camisa y bajarse los pantalones hasta los tobillos. Su verga erecta y en atención siempre me volvía loca, robándome además una leve sonrisa...Me tomó por los cabellos y me hizo abrir la boca; para enterrar entre mis labios esa pija enorme y ya bastante endurecida.Se la chupé por un buen rato y cuando pensé que iba a derramar todo ese semen caliente dentro de mi garganta, Víctor se detuvo y me ordenó que me desnudara yo también.Lo hice todo lo rápido que pude y me quedé otra vez mirando hipnotizada su majestuosa verga. Entonces Víctor me sacó de mi ensueño, ordenándome que me pusiera en cuatro sobre la cama.Me encantaba la forma en que mi macho me convencía de cualquiera cosa cada vez que cogíamos; esas maneras bruscas de arrastrarme a la cama, de besarme, de tocarme y de darme órdenes como si yo fuera su esclava…La puerta de mi habitación quedó abierta y el ruido ahora estruendoso de la lluvia golpeando sobre el techo de tejas me producía una sensación algo excitante.Eso se sumaba al morbo que me producía pensar en que mis viejos regresaran antes de lo previsto y me encontraran allí en cuatro, con la verga de mi novio enterrada a fondo en mi cuerpo...Apenas me acomodé como él quería; Víctor me arrancó la pequeña tanga de algodón que llevaba yo esa noche; ya totalmente empapada a esa altura de mi tremenda calentura.Para mi sorpresa, me anunció que iba a romperme el culo…No era la primera vez que Víctor ...