Aventuras nómadas -Parte III – Kenia un secreto - Bisexual - Relatos Eróticos

Aventuras nómadas -Parte III – Kenia un secreto - Bisexual

... nuestros complejos, o los tuyos… -James- no, si ya poco a poco a esto lo encuentro algo normal… joder, que chocho más caliente tiene, creo que la voy a regar -James- pues cuida… esa se preña Dicho eso, Leo sacaba su dura polla para correrse sobre el culo de la mujer, porque ya podía aguantar más. Aunque ya apenas le salía poco, después de su tercer orgasmo del día. Miraba como la madre no dejaba de comerle el rico coño de su hija y también a su amigo que también se corría dentro del culo dl negro y este con su mano echaba todo en el suelo. -Leo- veo que vamos terminado ya… -James- si… ahora nos queda cagar… que rico polvo nos hemos pegado hoy -Leo- ¿polvo? tres, llevamos ya tres… y voy hacer el intento de cagar, aunque ya no me da corte el poner el culo en el agujero, pero ya otra cosa que salga -James- poco a poco… ya mi madre te dará algo para que te salga… por eso tranquilo… que bien… ¿estaba rico el ojete de la niña? -Leo- si, muy apretadito… joder como le gusta a la nena… mira la madre ya sale y ¿joder? -James- ¿qué pasa? -Leo- mira a la puerta… hay gente… En la puerta había varias personas, tres chicos de entre quince y veinte y varias chicas de varias edades. Ellas masturbando a los chicos y viendo que aquello había terminado se iban apartando, pero para irse juntos y hacer algo. Leo se ponía sobre un agujero y lo mismo hacia James. vieron que el hombre hacia lo mismo y la mujer salía con la niña detrás. Leo vio que el negro no tenía problema alguno y allí se dispuso a ...

... cagar y lo mismo hacia su amigo. Ya aquello no le daba corte, pero sus esfuerzos eran en vano, solo le salía pedos, algo que James le provocaba risas. Se levantó y se volvió a colocar sus ropas para salir de allí. Miro al frente y a unos pasos vio el de las mujeres. Se acercó a la puerta, como la de hombres, no exista tal puerta ya que lo rodeaba palos y cañas y dejaba una pequeña apertura abierta que hacía de puerta. Miro, vio a una anciana muy entrada en años en uno de los agujeros, a un niño pequeño a su lado que no hacia mas que tocarla las tetas y su coño de vieja. En otro vio a otra mujer en un agujero haciendo pis y entre ellas hablando en su idioma. Las mujeres se percataron de la presencia del joven blanco, que le miraron con cara de picaras y el allí echo una sonrisa. -James- ¿qué miras? ¿a las mujeres cagar? -Leo- ¡curiosidad! mira el niño como le mete mano a su abuela -James- déjalos y vamos… vamos un poco más allá y veremos a los chicos que nos han estado espiando follar… Ya James les hacia la señal de que habían follado y no deseaban mas, pero se dio cuenta que ya ellas también les habían follar. La mujer anciana, pelo canoso, mujer muy menuda, la tetas muy caídas, delgada, estaba ofreciendo su coño a su nieto para que se la metiera. Los dos chicos seguían allí mirando, Leo miraba, aquello le gustaba ver, no tanto las dos viejas que le ponían poco, pero si ver como el niño de no mas de seis años, totalmente duro, se la metía a su abuela por el coño, y no dejaba ...