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Sexo imprevisto (es una historia real)
Fecha: 30/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
El metro iba lleno de gente. Estabas a mi lado y una gota de sudor corría por tu cuello. Llevabas la blusa entreabierta y por un momento metiste la mano por debajo como para aliviarte del calor. Te miré pero me ignoraste y te diste la vuelta aunque ese breve lapsus de tiempo fue suficiente para poder adivinar debajo de tu ropa el contorno de tus pechos y el tirante del sujetador rosa. De pronto sentí cómo mi miembro iba cobrando vida tras esa visión intuida. Pasaron dos estaciones y me apreté contra tí aprovechando que subía gente al vagón. Fue un acto instintivo y tu respuesta fue tratar de apartarte . Persistí en mi acercamiento y volví a rozarte para que pudieras sentir el bulto aprisionado entre mis pantalones. Permaneciste quieta unos segundos. Sorprendido noté cómo apretabas tus nalgas contra mí quedando mi bragueta casi en medio de tus nalgas. Pasé un dedo sutilmente por el contorno de tu culo ligeramente para ver si llevabas tanga o braguitas. Noté cómo un ligero escalofrío recorría tu cuerpo mientras pude intuir tus nalgas desnudas, seguí con el dedo hasta que mi tacto sintió la forma del tanga al final de tu espalda, te apretaste aún más contra mí al tiempo que mi miembro se ponía duro. Mis boxer te permitían notar perfectamente debajo de mi pantalón la tremenda erección. Bajé la mirada y pude ver debajo de tu blusa el perfil de tu sujetador. La siguiente parada te giraste al bajar, mirándome a los ojos, esbozando una sonrisa. Aunque no era mi parada decidí ...
... bajarme también allí. Salimos del vagón, yo a una distancia prudente, mirando como movias tu cuerpo al caminar observando claramente el tanga definido bajo la falda casi etérea que llevabas . Te giraste y volviste a mirarme. Ascendiste por la escalera mecánica y me quedé lejos, detrás y a medida que ibas subiendo pude ver por debajo de tu ropa tus nalgas y tu tanga de hilo . Me excité aún más. Caminaste hasta el aparcamiento de la estación dirección al lavabo mirándome otra vez. Caminamos los dos solos por un largo pasillo poco iluminado hasta que giraste a la izquierda dejando de verte por un momento. Al girar siguiendo tus pasos te vi parada con un pie apoyado contra la pared. Me detuve, indeciso y me sonreiste. Me acerqué lentamente y en lugar de entrar al lavabo de señoras accediste a las escaleras de emergencia cerrando la puerta. Puede ver tu rostro a través de la ventana redonda de la puerta mientras sacabas la lengua pasándola por tus labios. Te seguí y accedí a las escaleras. Estabas apoyada contra la pared con una mano por debajo de la blusa. Me acerqué lentamente poniendo tímidamente una mano en tu cintura. Sorprendido pusiste tu mano en mi entrepierna y cogiste fuertemente el bulto acercándome hacia tí casi de forma violenta mientras pasabas la lengua por mi labio inferior. Yo estaba confuso, nunca me había pasado nada así pero me dejé llevar. Me besaste metiendo la lengua hasta lo más profundo de mi boca mientras mis manos tocaban tus nalgas y tu agarrabas con fuerza ...