1. Descargando marineros


    Fecha: 26/05/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... temidos por los demás. Conforme pasaba el tiempo sólo quedaban los más debiles. Estando tumbada, llegó el cocinero. Ya me había follado en más ocasiones. Era un hombre repugnante, sucio, gordo, grasiento. Con una barriga que le tapaba la polla. Me agarró del pelo y me hizo arrodillarme, disfrutaba sintiéndose fuerte por una vez. Junto a él aparecieron caras nuevas, jóvenes marineros que acababan de empezar y que por ello, o por ser algo enclenques o porque todavía no sabían cómo funionaba eso, todavía no habían podido encontrar mujer en la que descargarse. Se acercaron al cocinero, él me soltó del pelo y tras una discusión en la que por un momento temí que se descontrolase el asunto, decidieron compartirme. El cocinero a regañadientes me empujó hacia otro mientras yo seguía todavía de rodillas y decidió sobarme las tetas mientras yo caía de bruces sobre un marinero joven que se acercaba con la polla preparada. Sin más miramientos, me sujetó del pelo como había visto hacer al cocinero y me metió la polla en la garganta. Sabía algo a pis. Comenzó a moverme la cabeza tirando de mi pelo mientras me miraba con lascivia y hacía comentarios con sus compañeros. El rollizo cocinero de mientras me tocaba el pecho izquierdo con fuerza y otro marinero ya mayor me acariciaba el pelo mientras se hacía una paja junto a mi cara.
    
    Comprendí que el chico joven pronto acabaría y quise que así fuese para que acabase la tortura cuanto antes. Intenté esmerarme con la lengua, él me cruzó la cara ...
    ... con un tortazo y me dijo que NO en ruso. El viejo le ladró algo al cocinero, quien entonces me inclinó y me dejó a cuatro patas. El joven entonces se pusó tras de mí, hizo que el cocinero grasiento y gordo me chupase el ano durante un rato mientras el viejo metía su vieja polla en mi boca y gemía con placer, apartó al gordo de un empujón, quién cayó al suelo, y me la metió de golpe en el culo produciéndome un grito de dolor que quedó silenciado por la polla del viejo en mi garganta provocándome una arcada. Me salían lágrimas por los ojos. El joven me folló con ganas, con mucha fuerza mientras me sujetaba de la cadera clavándome las uñas. El gordo miraba cómo sucedía todo y el viejo seguía gimiendo con los ojos fijos en cómo el jovencito me rompía el culo. El joven, pronto, soltó un gemido mientras me dió un fuerte azote y explotó en mi culo. Un segundo después noté como el viejo acababa en mi boca, un sabor amargo rellenó mi boca, y semen empezó a caer por mis labios y resbalar hasta el suelo. Me dejaron mareada, dolorida, y se fueron entre risas.
    
    El gordo aprovechó el momento y rabioso introdujo su polla en mi culo ya abierto. Su tripa chocaba contra mí, me trataba con brutalidad, rabioso por ser siempre el último de la cola. Oía su respiración ahogada. Sacó su polla de mi culo, estaba cansado, no podía más. Se tumbó en el suelo boca arriba a mi lado, me sujetó del pelo con fuerza y me llevó mi boca hasta su polla. Me obligó a comérsela mientras me ahogaba. En un momento ...