La verga de mi abuelo - Relatos Eróticos

La verga de mi abuelo

Finalmente, las vacaciones concluyeron y como cada año mi abuelo nos visitaba por unos días, generalmente mi hermano cedía su recámara y él usaba la sala, pero en esta ocasión mi abuelo se negó rotundamente y decidió utilizar la sala como su habitación temporal...

Para este momento yo era toda una experta en provocar a mis hombres, mi padre y mi hermano gozaban de mi figura con muy poca ropa y aunque hasta ese día no había dado una mamada en forma si los provocaba metiendo sus glandes en mi boca y jugando un poco con mi lengua...

Mi madre había recuperado la atención de papá pues después de pasar unos minutos con su nena mi madre terminaba de satisfacerlo, la motivación del porque papá ahora la deseaba más mi madre lo desconocía, pero eso era lo de menos cada noche tres veces por semana gozaba de esa verga y eso era lo delicioso de la situación...

Mi abuelo me observaba y dicen que más sabe el... Por viejo que por... Así que ese lunes mis padres salieron a trabajar, mi hermano a sus prácticas y nos quedamos solos don sexy y yo... Seré honesta y diré que no sabía cómo abordarlo pues era un clásico y quizás no sería tan sencillo, pero lo intentaría...

Me puse las medias moradas que usaría las dejé un poco abajo de mi mini vestido entallado, y así salí a dar los buenos días, mis pezones se mercaban pues ese vestido no lleva sostén para lucir mejor y al verme mi abuelo atinó a decir...

Mi niña ya eres toda una mujer y una sumamente atractiva.

—gracias ...

... abuelo!

—mira nada más, eres una tentación así vestida!

—ay abuelo eso dices porque me quieres...

—lo digo porque mi cuerpo no se equivoca (eso significaba que su verga había logrado ponerse dura...) ¡Le di la vuelta al sillón y pude observar que en efecto su trozo estaba reaccionando!

—abuelo! ¿Es por mi culpa?

—así es bonita... Te he visto insinuarte a este par (hablaba de mi hermano y papá) que mueren por tenerte, no creas que no lo he notado (no sabía si disimular o ser honesta).

—pero no creas que me espanto he visto todo y he hecho de todo lo único que no he hecho es tener algo con mi propia familia y no por falta de ganas (¡eso era lo que necesita escuchar!)

Me acerqué a mi abuelo y me senté en sus piernas.

—te acuerdas que siempre me sentaba así cuando me sentía confundida?

Mi abuelo me tomaba por la cintura y mis nalgas podían sentir crecer ese caramelo bajo ella.

—y que te confunde bonita...

—no se... ¡Pero las cosas del sexo me hacen ponerme muy nerviosa! Me encantan, bueno aún soy virgen, pero si he hecho algunas cosas...

—(¡la mirada de mi abuelo era maravillosa, de lobo!) el sexo es una maravilla y que te guste me parece fabuloso, pero tienes que ser muy cuidadosa porque los hombres tan pronto te tienen ya empiezas a pasar al olvido, por eso lo importante es hacerlos desearte y no tenerte...

—(lo miré a los ojos y recostándome en su pecho dije) eso no está padre...

—es una verdad bonita, pero mira siempre me tendrás a mí y bueno ...