1. En manos de tía Julia (5)


    Fecha: 28/05/2020, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Me puse colorado y me atreví a preguntarle:
    
    -¿Tiene tiempo, señor Aldo?...
    
    -Ahora no, putito, pero esta noche te reviento a pijazos…
    
    Semejante promesa me puso a mil y entonces intervino tía Julia…
    
    -Vas a ir al supermercado, Jorgito, ésta es la lista de compras y acá tenés el dinero…
    
    -¿Tengo que… que ir vestido así, tìa?...
    
    -¿Acaso tenés otra ropa?...
    
    -N… no, es que… me da vergüenza ir por la calle así…
    
    -¿Te estás retobando, nene?...
    
    -N… no, tía, es qué…
    
    -¡Basta!..¡Una sola palabra más y voy a buscar un cinto para dejarte el culo rojo y ardiendo!
    
    -Ay, no, tía, por favor…
    
    -¡Basta, dije!
    
    -Sí, tía Julia… -acepté estremecido de temor y calentura al mismo tiempo… ¡Ay, cuánto me excita que me dominen!...
    
    Bueno, fui al supermercado y durante esas tres cuadras que caminé lo hice entre miradas de hombres y mujeres; algunas intrigadas (las señoras) y otras calientes, los señores… Incluso hubo quienes me dijeron cosas al cruzarse conmigo, como: “Adiós, linda” confundiéndome con una nena y “te como crudo”, uno que se dio cuenta de que soy un varoncito, aunque algo especial…
    
    A la vuelta me ocupé de tareas domésticas, como me está ordenado, almorcé y dormí una larga siesta para estar en forma a la noche, a disposición del señor Aldo, que me tendría reservada una sorpresa…
    
    Tía Julia y su pareja volvieron a eso de las ocho de la noche… Yo los esperaba en el living con mi ropita, que cada vez me gusta más…
    
    -¿Fuiste al supermercado, ...
    ... Jorgito?... quiso saber tía Julia…
    
    -Sí, tía…
    
    -Bueno. Yo ahora voy a preparar la cena y vos andá sabiendo que esta noche tendremos visitas…
    
    -¿Vi… visitas, tía?...
    
    -Sí, Jorgito, un amigo de Aldo que está ansioso por conocerte…
    
    -Ay, tía…
    
    Cenamos y yo deseando conocer a esa visita, que llegó cuando estábamos de sobremesa…
    
    Es un señor llamado Gerardo, calculo que de unos sesenta años, calvo, alto y algo panzón… Me calentó en cuanto lo vi y además, no sé por qué, lo imaginé pijudo, bien dotado…
    
    -¿Qué te parece el nene?... –le preguntó el señor Aldo mientras yo servía el café en el living…
    
    -Increíble, che… Mirá que me he comido a varios cachorros, pero ninguno como éste… Es… es casi una nena de tan lindo, pero su encanto radica en que parece una nena pero no lo es, ¿me explico?
    
    -Clarísimo y coincido con vos… Además, ¡no sabés cómo la chupa!
    
    -¿Es buen mamón?...
    
    -¡Uuuffffff!...
    
    -¿Y traga la lechita?
    
    -¡Toda! ¡hasta la última gota!...
    
    Mientras escuchaba semejante diálogo yo tenía que hacer un esfuerzo para controlar el temblor de mis manos cuando servía el café y tía Julia seguía la conversación con una sonrisa morbosa…
    
    -Che, qué bien vestidito lo tienen…
    
    -Ropita sexy, ¿cierto?... –dijo Tía Julia… -Muy apropiada para el nene…
    
    -¿Y es muy putito?... –quiso saber el señor Gerardo…
    
    -¡Muuuuuuyyyyy! –contestó tía Julia. -¡Le encanta la pija! Si le entrara en las orejas también la querría por ahí… -y los tres rieron ante la ocurrencia…
    
    Cuando ...
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