1. Mi monito


    Fecha: 29/05/2020, Categorías: Zoofilia Autor: emy22, Fuente: RelatosEróticos

    ... sabía muy bien lo que hacía, haciendo entrar su miembro de un solo empujón fuerte mientras se inclinaba sobre mi y se aferraba de mis senos con una sola de sus grandes manotas.
    
    AAAAYYYYYY grité cuando el salvajismo del mono me hizo sentir que se me partiera la conchita, pero el animal no se compadeció empezando a enterrarme su gran miembro bien profundamente, cada vez más en cada vaivén hasta que sentí sus bolas azotándose en mi culo.
    
    Yo no podía hacer mucho estando debajo del mono, que era muy pesado para mí además que me apretaba las tetas con las dos manos y con su fuerza me mantenía acostada, estuvo un buen rato violándome la zorrita hasta que me relajé y me dejé llevar, después de todo pensé que quería saber lo que sería ser cogida con tremendo miembro, por lo que el gusto de la fuerte y salvaje penetración que me daba llegó bien luego pero igual dolía hiperharto hasta que una profunda metida hasta el fondo me dijo que el mono estaba por acabar, así pasó, casi al instante sentí como acababa dentro mío, el sentir todo ese líquido caliente y animal me hizo sentir como loca de gusto, no diré que fue un orgasmo, orgasmo pero igual sentí harto rico la violenta cogida que el mono me había dado.
    
    Al acabar Tommy se quedó apoyado encima mío un momento y descansando su cabeza negra sobre mis pechos, en realidad a pesar del gusto me sentía muy confundida tanto que inclusive lloré un poquito por la vergüenza de haber sido forzada y violada por un mono pero dentro mío algo ...
    ... me decía que me gustaba igual y que total yo lo había provocado primero al hacerle el showcito de masturbarme frente a él, al final ganó el gusto al pensar que igual había gozado harto y le empecé a acariciar la cabeza al monito y su peluda espalda.
    
    Pero Tommy al parecer había encontrado su juguete ideal en mí ya que muy luego se salió de encima mío, aproveche para levantarme pero el mono, tomándome del brazo me atrajo hacia él, como el simio estaba sobre esa especie de ‘silla’ en la que estábamos mis pechos quedaron justo a la altura de su miembro. Tommy me abrazó fuerte y al igual que antes no me pude soltar, mientras él me daba besitos en la cara sentí su gran miembro como se volvía a levantar apretándose sobre mis tetas, al final el simio me soltó un poco y pude observar de cerca ese gran miembro que tanto dolor y gusto me habían dado. Verlo tan parado y duro venció mi ultima resistencia y casi sin darme cuenta empecé a acariciarlo con mis manos, Tommy al verme tan como domada y dócil me soltó y dejó que lo pajeara mientras se sonreía. Estuve harto tiempo masturbándolo e inclusive me atreví a pegarle un par de lengüetazas y aunque pensé que su sabor me daría asco o algo así me di cuenta que lo tenia muy rico, de olor y sabor fuerte pero como dulzón, hice que sentara y ahora si se lo chupe por completo hasta que mi boca tocaba su peludo pubis, mientras tanto le acariciaba las grandes y peludas bolas con mis manos. En verdad me parecía que se lo chupaba a un hombre porque ...