1. El señor de la renta III (FINAL)


    Fecha: 30/05/2020, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Después de la nota que me dejó ese día en que me estrenó :"Sandrita, gracias por esta gran noche que me has dado, nunca lo olvidaré, pero tienes que saber que a mi edad ya no soy lo suficciente para complacer por siempre a una mujer joven como tú. Te parece si la próxima vez invito a un amigo? Te quiere Don Octavio". Me sentí un poco ofendida, pero a la vez muy caliente. Si ya había cumplido la fantasía de estar con un maduro y había sido riquísimo, no podía imaginar lo que podía llegar a ser la putita de dos. Pasaron como dos semanas en las que ese asunto estuvo dando vueltas por mi cabeza. Yo continuaba con mi vida normal. Ya no estaba sola en casa así que las cosas serían más difíciles. Una tarde, Don Octavio me mandó un mensaje de texto en el que decía: Te extraño mucho mi amor, ya quiero verte de nuevo. Mi amigo me pregunta que si entonces nos vas a querer ver a los dos, se muere de ganas por una mujer como tú, después de todo lo que te platiqué, y a mi no me molestaría compartirte. No le respondí, cada vez me sentía más ofendida, utilizada y caliente. Pasó un mes desde ese mensaje, y Don Octavio me marcaba pero no le contestaba hasta que un día se cansó y no volvío a marcar. Cuando iba a cobrar la renta yo me escondía para no salir. Alguna vez preguntó por mi porque según tenía un trabajo para mi, pero yo me negué a salir. Comencé a sentirme sola y triste. Pensaba que quizá no sería tan malo, puede que hasta terminaría disfrutándolo. No les voy a negar que la idea de ...
    ... que me lo hicieran dos maduros hacía que me masturbara casi todas las noches, pero esta vez iba a poner mis condiciones. Le mandé un mensaje: Está bien, tu ganas, pero quiero que sea en un motel, y quiero que me paguen los dos. Tardó un poco en contestarme: Sabía que no me decepcionarías. Nos pusimos de acuerdo para que me depositara el dinero. Me deposito lo del hotel, mi paga por mis servicio, esto había dejado de ser una relación, ahora yo era su puta. Y me depositó un poco más de la cuenta para que me comprara algo de lencería. Como ya les dije que me sentía ofendida, tenía un plan para que Don Octavio me las pagara. Iba a dedicarme a complacer más a su amigo para que se pusiera celoso. Tal vez con eso ya no me volvería a pedir algo así nunca más. Llegué al hotel muy temprano, como a las 12 del día, le dije a la señorita de recepción que más tarde llegaría mi abuelito y un tio a preguntar por la habitación, que les diera una llave y los dejara pasar. Pedi una habitación de las más caras, con jacuzzi. Me instalé, dormí un rato, y como a las 6 de la tarde me comencé a arreglar. Me depilé, me bañe, me masturbé, me metí al jacuzzi para relajarme un poco y después me vestiría como la putita por la que habían pagado. Me compré un traje de enfermera, era totalmente blanco con una cruz roja, debajo un traje completo de encaje blanco, con un agujero justo en el ano. Compré unas medias blancas, ligueros, y tacones rojos altos. Me puse una peluca roja. Y me pinté los labios de rojo ...
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