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Una antigua amiga del colegio se convirtió en mi amante (2)
Fecha: 31/05/2020, Categorías: Gays Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
... brasier que hacían juego. Se las puso poco a poco para mi deleite, yo tendido en la cama masturbándome lentamente, y ella poniéndose coquetamente cada prenda. Cuando terminó de ponérselas no pude contenerme y salte de la cama para acariciarla pero me detuvo para el toque final: unas zapatillas negras no muy altas pero que le hacían lucir más sus ya de por sí hermosas y blancas piernas. Ella estaba igual de caliente que yo, lo decían sus ojos, lo decía su sonrisa, y esa media vuelta que dio ofreciéndome sus nalgas redondas, a lo que yo respondí abrazándola por detrás, restregando mi erecta virilidad mientras que con mis manos apretaba sus pechos, y con mis labios y lengua me recreaba en su cuello. No pude más y le baje la pantaletita, no por completo, a medio muslo a la altura de las medias. Ella abrió sus piernas y apoyándose en la pared abrió sus piernas y comencé a penetrarla de pie, contra la pared, sus gemidos me enloquecían y me hacían embestirla con más fuerza... Salía de ella y terminé de quitarle la pantaleta y fuimos a la orilla de la cama para ponerla en cuatro ...
... puntos y proseguí con la penetración. La penetraba suavemente para poder arquearme y buscar con mis manos sus colgantes pechos y pellizcar sus pezones, después pasaba mis manos a sus caderas para sujetarla fuerte y embestirla con fuerza, eso le encantaba, cada vez que cambiamos de un ritmo lento a la fuerza parecía desfallecer, hubo un momento que pensé que sus rodillas no la aguantarían así que la tomé por los brazos, arribita del codo, ella se dejó caer un poco hacia adelante y comencé a penetrarla con fuerza... Sus gemidos eran gritos... No sé cuántas veces se vino pero no nos detuvimos sino hasta que yo terminé a chorros. Nos recostamos con nuestros cuerpos sudorosos, vimos por la cortina de la habitación que estaba oscuro. Con incredulidad me dice, ‘llegamos como a las 4:00’. Vio su reloj y pasaban de las 8:00 pm. Suelta una risa de satisfacción y me dice. "lo más que habían durado mis experiencias eran 15 minutos". Después de la risa, se puso seria y disculpándose me dijo que ya era un poco tarde, que la esperaban en casa, que tendríamos que continuar en otra ocasión...