Viaje de Trabajo - Relatos Eróticos

Viaje de Trabajo

... tiene que saber que hay gente en otro apartamento, ¿o no me vio pasar cuando iba hacia allá?, no hice mucho ruido cuando saque mis cosas y me prepare para mi sesión de masturbación, así que tal vez no sepa que hay gente del otro lado de la pared y por eso decidió cogérsela en la sala. Bueno… que hago, que hago…, mientras pensaba en ello, la vida como siempre me daba una señal, el tipo saco su verga de la puchita de su hija y la movió del mesa para acostarse él y quedar con su tolete apuntando al cielo, luego la nena como ya sabiendo que procedía, se subió sobre él a horcajadas, y poco a poco se comenzó a meter todo el miembro de su papi, pujando como hasta ahora lo había estado haciendo, él le tenía sujeta de su cinturita que prácticamente le rodeaba con sus manos de hombre adulto… y yo podía ver claramente como su culito quedaba expuesto… Bueno… me dije, ¡eso es todo!, la última señal para mi será si la puerta está sin llave, así que me acerque sigilosamente y muy despacio gire la perilla de la puerta… ¡Oh por Dios! Estaba sin llave, eso me excito tanto que mi verga estaba a mil. Abrí despacio la puerta sin hacer ruido y entre en la sala, la luz que tenían era la de una pequeña lampara que si bien iluminaba toda la habitación, no era muy brillante así que todo estaba en semi penumbra, ya a esa distancia pude sentir el olor de los sexos en plena faena, me quite el pants y el calzoncillo y avance lentamente hacia la pareja, la nena no podía verme ya que me daba la espalda ...

... y el tipo igualmente no tenía visión de atrás de su hija ya que la tenía cabalgándolo de frente. Me acerque un poco más, y entonces entre en el campo de visión del tipo… aquí podrían ocurrir dos cosas: 1. Se detenía el tipo y nos liábamos a golpes, por lo que mi entrenamiento en el ejercito me serviría de mucho o 2. El tipo consentía. Cuando el tipo abrió los ojos que tenía cerrados en un rictus de disfrute pleno ya que en ese momento su verga estaba casi por completo dentro de su hija, me vio a la cara, sus ojos se sorprendieron, y se sorprendieron más cuan bajo la mirada y se encontró con un cipote a todo su potencial, creo que de inmediato noto que le superaba por lo menos en una pulgada, y mi pene era ligeramente más grueso, lo tenía en mi mano y me masturbaba lentamente. El tipo volvió a ver a su hija y atrajo su cabecita sobre su pecho, y ella seguía sus pujidos con cada entrada de su verga en su puchita. Le vi a los ojos, y entonces le hice una inclinación de cabeza, como pidiendo permiso para incorporarme a la fiesta. Entonces mi noche se realizó… el tipo solo me devolvió una sonrisa y no tuve necesidad de más. - Clarita, necesito que te pongas suavecita, ¿sí? – le dijo el tipo de forma muy dulce. - Porque papito, ya estas adentro, ¿no te gusta así? - Si mija pero necesito que te pongas más sueltecita confía en mí, ¿sí? – insistió el papa, a lo que para mí fue mi señal de proceder. Me acerque por detrás y pude apreciar el culito que estaba a punto de disfrutar, me ...