(1) Squirting (eyaculación femenina)
Fecha: 04/06/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... recogía, como iba disminuyendo de tamaño, y sonriente me dijo que había que ejercitarle, y cuando salió cogiéndole en su mano dijo que ella sabía cómo hacerlo, pero lo importante no era el largo, no, el ancho le gustaba más.
Se puso en pie y el semen la escurría por la parte interna de sus piernas separadas, dijo que esa sensación le ponía a cien, sentir como dejaba el rastro húmedo y la suave brisa le enfriaba y terminó metiendo en el agua, dijo que iba a alimentar a las truchas.
Ella estaba alojada en un hostal del pequeño pueblo, y después de comer me preguntó si tenía algún rechazo por su edad, yo no dije nada, era evidente, pero el asunto no iba por ahí, quería que la mordiera el clítoris y no sabía cómo decírmelo.
Lo de morderle era una forma de expresión, y se acostó cruzada en la cama, yo arrodillado en alfombra entre sus piernas y me dijo que le separa las piernas, que eso le excitaba, ella opuso un poco de resistencia, pero yo empleé más fuerza y una vez separadas fue simple, no era la primera vez, pero si el tamaño del clítoris, era enorme nunca había visto ese tamaño, le dije que podía pajearla si quería, y esa vez la sorprendida fue ella, era un pequeño penetrador, disponía de prepucio y un glande acorde con el tamaño y además debía de ser de casi dos centímetros y sin esperar su respuesta, le mojé con la boca y luego empleé dos dedos, humedecer y el movimiento adecuado, su mano cogió mi pelo para controlar mi cabeza, gimió de inmediato, y me dijo que ...
... mordiera, no le hice caso alguno, quería saber si el clítoris eyaculaba algún fluido, pero no, el clítoris no dispone de uretra, y gritó apretando mi cabeza contra su vulva, me apartó y tirando del pelo me gritó que había llegado el momento de galopar, de meter.
Y si, tenía prisa, aunque yo procuraba pensar en otras cosas, como por ejemplo sus reacciones, y claro yo exploté en menos de cinco minutos, y fue descendiendo su movimiento de empuje, hasta que se detuvo del todo, resopló y me miró sonriente, y me dijo.
- Ha sido un buen polvo, hacía tiempo que no me follaban así y me ha encantado el entreacto, esa diminuta pajita, y me ha gustado como la humedecías mientras movías tus dedos.
Por lo que me cuentas, hay más. Me refiero a que no se trata de tumbarte en la cama y separar las piernas.
Así es, el sexo es infinito, todo depende de cada uno de nosotros, tengo una vecina, está casada pero él tiene dos problemas, el alcohol y el juego, poco sexo y la vecina un día me mandó a un recado, el puente fue mi madre, digo puente ya que iba al mercado y me dijo que aprovechara y le hiciera el favor, yo era joven, y lo único que conocía era las pajas de las chicas del colegio, había una que iba a ser sexóloga, y anotaba todas nuestras reacciones, pero nada de meter, y la vecina me preguntó si no me importaría hacerla más recados, yo me encogí de hombros, me daba igual y una tarde noche, cuando le subí una bolsa de patatas de diez kilos me hizo el primer pago.
Me dijo que ...