1. La dulce Isabel


    Fecha: 09/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos

    Como saben, en mi familia se puede encontrar todo tipo de personas con muchas cualidades y atributos que ni en sueños, el caso es que el relato de hoy trata sobre mi tía Isabel.
    
    Es una mujer que no encontraría palabras para describirla, es muy cariñosa conmigo puesto que desde pequeño me cuidaba (según mis padres), perdí contacto con ella cuando nos mudamos de casa, alrededor de unos 6 años; todo cambio cuando en una visita a la ciudad donde residíamos puesto que teníamos un negocio de abarrotes el cual seguía recaudando ingresos, yo me encargaba de mantenerlo al pie de la letra.
    
    Cuando llegue me dispuse a hacer mis deberes y a recoger la cuota, después me tome un descanso y me puse a recordar viejos tiempos, u recordé los buenos tiempos con tíos y tías, y recordé a mi tía Isabel; después de atender el negocio, me pasee un rato por los alrededores y pase por la casa de mi tía Isabel, así que me dispuse a visitarla, cuando llegue y toque la puerta salió mi tía, que a como la recordaba se veía muy cambiada, es muy muy pero muy atractiva, es de tez morena clara, mide alrededor de 1.65, y tienes unas medidas de ensueño, 95-62-98, es una diosa, además de que según esto y lo que dicen mis padres siempre fue una mujer muy lujuriosa y bastante caliente; cuando me vio no me reconoció:
    
    -si, dígame, en que le puedo ayudar.
    
    -Hola tía, acaso no me reconoces.
    
    -tia.... No espera, ¿de verdad eres tu?
    
    -si tia soy yo, Fer, tu sobrino.
    
    -Wow, pero mírate, que grande ...
    ... que estas, pero si estas hecho todo un hombre.
    
    -gracias, gracias-respondí algo sonrojado.
    
    -pero pasa, pasa, no te quedes ahí.
    
    Después de recordar cosas y ponernos al tanto, me dispuse a marcharme, a lo que ella lo impidió:
    
    -Bueno tía, fue un gusto volverte a ver, pero me tengo que ir, tengo un poco de efectivo y no me gustaría que me lo robaran.
    
    -No no, quédate, además, hace mucho que no nos vemos y pues por el dinero no te apures que si lo tienes en el carro puedes meterlo al garaje.
    
    Así como no queriendo la cosa, acepte quedarme, pero esa noche no pasó nada relevante. Pero esto se volvió una rutina, cuando iba a recoger el dinero, pasaba de visita y había ocasiones en las que me quedaba en casa de Isabel, pero un día en particular paso el propósito de este relato.
    
    Llegue a casa de Isabel alrededor de las 7:00 pm, venia algo cansado asi que decidí quedarme en su casa, a lo cual ella se entusiasmo; mas en la noche me dirigí a la habitación donde me quedaría una ves mas y vi a mi tia;
    
    ...Mi tía cogió una toalla.
    
    - Me voy a dar una ducha, si prefieres puedes ir acostándote.
    
    Ingresó al baño dejando la puerta recostada, después de algunos minutos, cuando el rumor de la regadera terminó por inundar el ambiente, me acerqué sigilosamente para dar una ojeada, gracias al espejo que se hallaba frente a la ducha vi como el agua bañaba su cuerpo,
    
    - ¡Que mujer! - exclamé a mis adentros.
    
    Inició a enjabonar su cuello, sus hombros, bajó lentamente a sus ...
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