1. Mi ardiente y seductora vecina


    Fecha: 09/06/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    ... papito que hermoso”, empujé suavemente mi pene para comenzar a penetrar su cola ella comenzó a mover su trasero hacia atrás lentamente, y gritó profundamente cuando noto que su culo se llenaba de mi pene, duro caliente y deseoso, ella con vos apasionada dijo:
    
    S- “ ssssiiiiiiiiii, papito así, por dios que hermoso….haceme gozar…..dámelo todo”.
    
    Y entonces empecé a complacer sus deseos y en medio de nuevas embestidas, mi pubis y sus nalgas se unieron, acaricié su espalda, sus senos, mientras mi pene hacia pequeños movimientos de entrada y salida de su ano pero ella me hizo detener ese movimiento me pidió que la besase y que le dejase mi pene en esa posición un poco y yo le dije “lo que quieras mi amor…vos pedí y yo obedezco”.
    
    Estuve así un rato para luego penetrarla con mayor intensidad ella gemía y gritaba, mientras mi pene sediento no paraba de penetrar su excitante ano nuestras respiraciones se hicieron cada vez más agitadas mi pene entraba y salía cada vez con mas vehemencia de su culo y mis jadeos eran cada vez mas intensos, continuos y audibles.
    
    Ella sabia que en instantes iba a darle mi lechita ...
    ... caliente….me pidió que le avisase cuando estuviese por acabar…yo deseaba estirar ese sublime momento pero cada vez se me hacia más difícil, el momento estaba llegando y se lo hice saber, la tomé por su cintura y cadera, introduciendo mi pene hasta el fondo y sentí como su cuerpo latía en miles de convulsiones, mientras mi leche vertiginosamente inundaba su culo, ella gritó profundamente y empezó a sacudirse en miles de convulsiones en un profundo orgasmo para luego besar dulcemente su cuello, permanecimos así durante varios minutos, para luego una vez calmado y flácido mi pene retirarlo de su ano.
    
    Sobre la cama nos besamos, nos juramos amor, nos acariciamos y nos dormimos abrazados, luego volvimos a tener esa nuestra primer noche, con sexo vaginal dos veces más, así finalizó ese nuestro primer día, esa semana santa fue esplendida a puro sexo, pero no terminó ahí, tuvimos relaciones casi diarias durante un año, Silvia era muy convincente para llevarme a la cama y yo no podía negarme a sus requerimientos de seducción y pasión, todo hasta que mi pasión por ella se fue agotando y lo nuestro terminó para siempre. 
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