1. Primera vez con mi primo 2


    Fecha: 10/06/2020, Categorías: Incesto Autor: sumiso28sev, Fuente: SexoSinTabues

    Después de esa noche, el resto de la semana estuve intranquilo cuando llegaba la noche, pero cuando llegábamos a la cama no volvió a ocurrir nada más. No sabía si Antonio estaba enfadado conmigo o si había algún problema, pero como quería que lo de aquella noche se repitiese y él no me decía nada, el domingo mientras me desnudaba para ducharme, le pregunté directamente: “Antonio, ¿quieres que volvamos a jugar como el otro día por la noche?” “Claro que me gustaría, ¿te gustó?” “Si mucho, pero como en estos días no me has vuelto a decir nada, dudaba si había algún problema o es que tu no lo pasaste bien” “Yo también lo pasé muy bien y me gustó mucho, pero mejor no esperemos a esta noche, ya que veo que tienes ganas de volver a jugar y yo estoy deseando, termina de desnudarte y entra al baño que vamos a volver a jugar ahora” Sinceramente no esperaba que me dijese que jugásemos ahora, pero antes de que pudiese arrepentirse, rápidamente me terminé de quitar el pantalón junto a los calzoncillos y me dirigí rápidamente al baño que estaba dentro de la habitación que compartía con su hermano Alfonso en la planta alta de la casa. Entre en la bañera y cerré la mampara y mientras esperaba, como no sabía que tenía que hacer abrí el grifo y me metí debajo del agua caliente. En esas estaba cuando vi que Antonio abría la mampara de la bañera y entraba junto a mi desnudo. Sin querer mirar de forma directa, pero si pude ver que su polla estaba gruesa como la otra noche y totalmente recta ...
    ... mirando hacia arriba. “Mira si tengo ganas de volver a jugar que solo de habérmelo dicho, fíjate como se me ha puesto. Dame el jabón, date la vuelta y cierra los ojos mientras en enjabono” Hice lo que me pidió y pronto empecé a notar como sus manos comenzaron a pasar por mis hombros y por mi espalda deslizándose suavemente gracias al gel. Notaba como la piel se me erizaba con esas suaves caricias que me recorrían lentamente por detrás desde el cuello hasta la zona lumbar. “Así, muy bien. Veo que te gusta mucho ¿no? ¿quieres que siga?” “Si, por favor. Sigue” “Apoya las manos sobre la pared y abre las piernas” Coloqué mis manos sobre los azulejos de la pared y entreabrí las piernas hasta que los pies tocaban los laterales de la bañera. Noté como cogía el bote de gel y se volvía a echar en las manos. Entonces noté como sus manos bajaron a mi culo y comenzaron lentamente a amasar mis cachetes. Antonio era más de una cuarta más alto que yo y sus manos eras bastante grandes, por lo que con cada mano era capaz de coger prácticamente cada cachete del culo. Los amasaba y separaba, unas veces lentamente y otras veces con fuerza. Menos mal que me dijo que me apoyase con las manos en la pared porque las piernas comenzaban a fallarme. “Ahora relájate, veras como te gusta aún más de lo que te está gustando”. Me dijo al oído mientras pegaba su cuerpo al mío y cogía desde atrás con sus dedos, mi polla que a esas alturas estaba dura. “Mira cómo estás, la tienes durita como un palo. ¿Quieres que te ...
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