DOMINANDO A DOS ZORRAS - Relatos Eróticos

DOMINANDO A DOS ZORRAS

... gustos, sin ellos saberlos uno descubre sus fantasias tras una experiencia tras otra, no me considero masoquista, no llego a extremos simplemente me gusta ser dominante disfruto dominando, disfruto viendo el miedo en sus ojos, disfruto con su sometimiento con su humillación a veces con su dolor, me gusta dar azotes, en nalgas con mis manos, pero a su vez quiero que disfruten conmigo, que sean realmente lo que dicen ser, sino no merece la pena, alguno al principio me engaño diciendome ser esto o aquello y termino marchandose a casa llorando, pidiendome que lo dejara marchar, por supuesto accedí, pero no me pierdo con mis dilatadas experiencias seguiré centrado en esta. Tras chatear y ciarme con los dos aparte, uno despues otro, por peticion de ellos, ademas de yo saber que si no habia citas previas ellos serian incapaces de venir por su propio miedo, debia citarme que me conocieran cara a cara ganarme su confianza, como hice con los dos al dia siguiente, al igual que sus cuerpos muy parecidos, bajos y algo llenitos, en sus miradas pude ver la desesperación, la desesperación por tener una relación de ese tipo, que a su vez, estuvieran seguros, como la sumisión e sus ojos y ademanes, se sentia tanto uno como despues el otro intimidados por mi, eso me gustaba y era lo que esperaba, iba con una camisa desabrochada res botones queria que vieran bien los pelos del pecho, velludo como mi voz grave, llena de mando, la siguiente cita si recuerdo que fue jueves no se si fue al dia ...

... siguiente de la primera o dos dias despues, pero esta vez los engañé yo, quedé con los dos esa tarde tras yo salir del trabajo una o dos horas despues no recuerdo, en pleno junio, de dias largos, sta vez, dejé que llegaran ellos antes, los vi a los dos uno sentado en una mesa de la terraza otro en otro sin imaginar que ambos estaban citados conmigo. Me senté con el mas joven, pues no me fiaba que se fuera al darse cuenta, el otro me miró, extrañado, cuando le indiqué se acercara, dudó pero lo hizo, tal como predije, fue un momento, muy interesante para mi cuando presenté a los dos, se quedaron mudos, pedí, cuando se alejó el camarero, inicié una conversación trivial, no me interesaba para nada la conversación ni lo que ellos opinaran solo era para acostumbrarlos a la presencia del uno al otro, pues no pensaba decirle nadas hasta el final de la cita, no al principio, eso es un enorme fallo hay que dejar que "las zorras jugueteen" entre ellas se acostumbren se confien, de ahí pasamos a otra conversación entre medias daba yo alguna "pincelada" de temas de sexo pero corto rapido, con sonrisas de ellos, se alargó bastante la cita, no me importaba cuanto mas tiempo mejor, ellos fue quien la cortaron por que se les hacia tarde, salimos de la terraza caminando, casi de noche ya, era el momento de la verdad, caminando les pregunté si como me habian dicho tenian libre el fin de semana dijeron que si y les dije que el sábado sería el dia los recogería para me siguieran en sus coches y ...