1. El regalo


    Fecha: 02/10/2017, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues

    ... seguía tocando y hasta me robo un beso que me dejo mal de lo rico que fue, tener sexo en los carros me vuelve un demente lo admito. Bajamos del carro y nos dirigimos al edificio, yo más caliente no podía estar, estaba que me lo cogía allí mismo. Salude al vigilante alto pana mío y nos paramos frente al elevador el cual tardo unos segundo que me parecieron eternos, lo suficiente para darme tiempo a pensar en algo más excitante. Aprovechando el tiempo, empuje a Carlos a uno de los cuartos de mantenimiento donde Chuchu el vigilante guarda las cosas y cerré la puerta. Sin más me baje el pantalón y al segundo estaba su boca húmeda en mi guevo que estaba más duro que nunca. Tome su cabeza y empecé a metérsela hasta el fondo, dominándolo completamente. El solo se dejaba hacer así me gustaban estos chamos, que no protestaran y fueran lanzados. Saque mi guevo y le pegue unas cachetadas en su cara llenándolo todo de saliva y presemen, cosa que le excito y trato de atrapar mi verga con su boca pero no lo deje. De repente se abrió la puerta y chuchu nos vio en plena acción, el solo levanto su mano y me guiño un ojo, yo solo le sonríe y se fue. Le llene la boca de guevo hasta la pata y seguí cogiéndosela sin contemplación, había perdido la cabeza con esta situación y estaba que acababa por lo que tuve que parar. Puse mi mano en su barbilla e hice que subiera a mis labios, nos dimos tremendo besos que de vaina lo dejo sin respiración de lo caliente que estaba y aproveche para meterle ...
    ... mano por debajo del bermuda que tenia. Toque su culito, estaba cerradito y caliente como me gusta. Su verga estaba erecta y aproveche para masturbarlo, me llene la mano de liquido preseminal lo que me excito más aun. Esta situación me había llevado demasiado lejos, como dicen las mujeres realmente estaba pensando era con la cabeza del guevo. Le hice seña para que colocara sus manos en un banco de madera que estaba cercano a una pared y baje sus pantalones hasta sus tobillos. Un culito blanco y lampiño se presento ante mí, yo lo salude con mi lengua que acariciaba sus pliegues y trataba de hundirse mas y mas al igual que dos dedos que no tuvieron que trabajar mucho. Me levante y escupí mi mano, le eche un poco de saliva en el culo y con otro lapo lubrique mi verga. Coloque el glande en la entrada y le entre de un solo carajazo, haciéndolo gemir. Su culo estaba caliente y apretadito, como lo esperaba. Agarre su cintura y empecé a darle machete, no sé que me pasaba estaba dominado por la ganas de placer y ese culo me lo estaba dando en serio. Empujaba una y otra vez haciéndolo gemir de placer, sus nalgas eran pequeñas aunque duritas, las masajeabas y no espere mucho para empezarlas a nalguear. Hice que se levantara y lo pegue contra una pared, sujetando sus brazos en su espalda quedando atrapado entre mi verga, el sacaba sus nalgas hacia afuera para facilitar la penetración y le di lo que quería, guevo. El chapoteo de nuestros sexos inundaban el lugar, el sudor corría y nuestras ...