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Desde chiquito
Fecha: 16/06/2020, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... para que no los descubrieran por los gemidos. Después de esa culiada, Luis y mi viejo se hicieron grandes amigos. Muchas veces mi viejo se quedaba a dormir en casa de Luis. En el cuarto dormía también Juan. Andrés, más grande, ya vivía con su novia. Esas noches mi viejo era la putita de los dos hermanos. Lo ponían en 4 sobre la camita de 1 plaza de Juan y mientras uno le partía el culo, el otro le llenaba la boca de pija. A veces tío Juan pedía pija y entonces mientras Luis, patitas al hombro se comía el culito del hermano, mi viejo le chupaba la pija y le bebía la abundante leche que la culiada le sacaba. No podían dormir juntos ni desnudos para que los padres no los descubrieran, así que cuando ya los tres extenuados decidían dormir, se ponían los obligatorios pijamas y cada uno se iba a su cama. De tanto ir a casa de Luis, mi viejo, puto con los machos pero machazo con las hembras, se terminó enganchando con la hermana, mi vieja, así que, ironías de la vida, si mi viejo no hubiera sido tan puto, yo nunca habría nacido. Y después dicen que coger por el culo, no embaraza!, jeje. Una noche, luego de dos intensas horas de culiadas y tres polvos, se habían quedado los tres dormidos como piedras. Pero Luis, entre sueños, comenzó a sentir una bella sensación que le venía de abajo, cuando abrió los ojos vio a mi viejo chupándole la pija despacito, vestido sólo con una tanguita y un corpiño robados a la hermana, mi vieja, que ya era su novia. Mientras Luis dormía le había bajado ...
... el elástico del pijama y se había metido la pija dormida en la boca. Suavecito se la había hecho parar y el primer respingo de su pija dura lo había hecho despertar. Luis lo dejó un ratito más y luego lo interrumpió para desnudarse. Se ubicó debajo de él y corriéndole el hilo de la tanga, comenzó a chuparle el culito, mientras mi viejo retomaba su mamada. Con seis polvos en el culito mi viejo seguía más que dilatado, así que ni necesitó saliva. Se incorporó y se fue sentando sobre la pija de Luis, no hubo furor, la verga le fue entrando despacito y el mete y saca fue lento y sentido. Mientras subía y bajaba rítmicamente, mi viejo, con los ojos cerrados, se franelaba las tetitas, el bajo vientre, los costados y la verga que ya le estaba mojando la parte delantera de la tanga, todo el cuerpo le vibraba de calentura y placer. Luis lo tomaba de la cadera y cada vez que mi viejo bajaba, ayudaba a la penetración empujando hacia arriba, lo que le arrancaba a mi viejo un gemido. Media hora tardó Luis en venirse, en ese tiempo recibió dos lechadas de mi viejo en el pecho, abundantísimo, rico y suave semen de adolescente que, sin dejar de coger, los dos compartieron y saborearon hasta la última gota. Se quedaron dormidos y abrazados en la cama, Luis en bolas, mi viejo con la tanga de la novia. De pedo escucharon los gritos de la madre de Luis mientras discutía con mi vieja que no se quería levantar y de raje mi viejo se fue a su cama y se tapó hasta el cuello, justo cuando la vieja de ...