1. Mi hermana Keyla


    Fecha: 16/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Keyla, mi hermana morocha es una chica bella y muy caliente. Se inició en el sexo con una amiga llamada Ines a quien sedujo sexualmente, pero me usó a mi para perder su virginidad.
    
    Keyla tiene unos senos medianos hermosos, un trasero perfecto que cuida con esmero, y una bella vagina muy bien depilada y jugosa. Es alta, 1,70 m y delgada, pesa 56 kg. Parece una Barbie y seducirme fue muy facil. Pero Keyla es adicta al sexo y quiere experimentar todo. Su sexualidad casi salvaje me trastornó totalmente, a parte que tuve sexo con 3 de sus amigas en solo el primer mes después de haberla desflorado. Lo que no noté es que con sus caricias en mi ano, mientras me montaba a sus amigas, me fue dilatando sin que yo me quejara. Un día me hizo ver unos videos pornos interraciales, donde un negro con una gran polla se cogía a un chico rubio. Luego puso fotos de hombres negros desnudos con sus penes erectos. Desde este día empezó a despertar en mi curiosidad por el sexo entre hombres. Poco después disfrutaba cuando ella o sus amigas introducían sus dedos en mi ano.
    
    Un fin de semana nuestros padres se fueron a otra ciudad y Keyla trajo a casa a un hombre negro de unos 30 años. Michael, era alto y muy fuerte. Keyla que en ese entonces ya ejercía poder sobre mi me pidió que la desnudara. Lo hice y vi como se erectaba el pene de aquel hombre. Luego me ordenó que desnudara a Michael. Lo hice y quedé fascinado mirando aquel magnífico ejemplar tan magníficamente dotado. Mi hermana se ...
    ... acostó en la cama con las piernas muy abiertas y empezó a masturbarse y me dijo. Besa el sexo de Michael, quiero que este muy caliente cuando me monte. Quedé sorprendido por la suavidad y tibiesa de aquel enorme sexo y se lo mamé con deseo. Jean, desnúdate, me indicó y empecé a hacerlo. Michael se montó sobre mi hermana y empezó a cogersela con lujuria. Ambos gemían y jadeaban ruidosamente de placer y acabaron juntos. Al separarse, Keyla me pidió que le hiciera el amor y acabó nuevamente antes que yo eyaculara.
    
    Después de recuperarnos Keyla dijo a Michael, ahora nos vas a desflorar a los dos por detrás. Miré a Keyla asustado, y miré el pene de aquel hombre. El sonreía, será un gran placer, dijo. Keyla me hizo acostar junto a ella boca abajo y el hombre nos lubricó muy generosamente con un gel. Se montó sobre Keyla y lo empujó en ella hasta que gritó, entonces lo sacó y se montó sobre mi, al gritar de dolor lo extrajo y volvió a Keyla. Esto se repitió tres veces. Al empujarlo dentro de mi por tercera vez, sentí un dolor agudo y aquel pene se deslizó hasta su base en mi cuerpo. Di un grito de dolor y me sentí lleno, colmado, completo, suyo. El empezó a moverse lujuriosamente y dentro de mi vientre explotó el más intenso orgasmo de mi vida. Gritaba, jadeaba, chillaba, y gemía como un poseso. Entonces sentí su semen vertiendose en mi ano y quedé rendido, agotado de placer. Michael salió de mi cuerpo muy lentamente, diciendome lo rico que estaba, lo linda que eran mis nalgas, lo ...
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