1. Hablando con Tina


    Fecha: 16/06/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: KimT, Fuente: CuentoRelatos

    ─¿Cuándo te diste cuenta que te gustaban las mujeres? ─me preguntó Tina.
    
    Estábamos las dos sentadas en el sofá, empinando el codo con una mezcla de vino barato y coca-cola que habíamos comprado con la calderilla que reunimos entre ella y yo. Ya íbamos por el segundo calimocho.
    
    ─Surgió así, sin más ─respondí, notando los primeros síntomas producidos por el alcohol.
    
    ─Ya, pero ¿cuándo y cómo? ─insistió.
    
    Suspiré mientras excavaba entre mis recuerdos, para complacer a Tina.
    
    ─Si alguna cosa tenía clara ─empecé─, era que casi todos los chicos que había a mi alrededor eran groseros, pendencieros, tumultuosos y mentecatos, pero nunca se me ocurrió pensar que fuera debido a mis gustos ni que en realidad no todos eran así.
    
    Di otro trago.
    
    ─También asistía, entre atónita y aburrida, a los corrillos que formaban mis compañeras y amigas comentando, excitadas y atolondradas, sobre lo guapos que estaban algunos chicos de la clase, o lo bueno que estaba tal y cual artista o cantante.
    
    Volví a suspirar, melancólica. Recordar aquellos tiempos no me resulta particularmente apetecible. Cuando pienso en mis primeros años de adolescencia me veo perdida y dispersa, sin encajar en ningún lugar. Hablar de ello mientras bebía no ayudaba...
    
    ─Siempre he sido un poco boba y... ─pensé en voz alta.
    
    Callé, arrepentida al instante, pues a Tina le desagrada que me autoflagele.
    
    ─Ya estamos con lo de siempre... ─soltó ella con fastidio y con cara de enojo mientras dejaba su vaso ...
    ... ruidosamente encima de la mesita─. Si quieres me voy, así podrás compadecerte sin que te moleste.
    
    Giré mi cabeza para mirarla. Lo que menos necesitaba ahora era que me dejaran sola con la desazón que se me echaba encima. Sonreí, entre ruborizada y compungida.
    
    ─No quiero que te vayas ─aseguré tímidamente─. Lo que pasa es que el alcohol me incita a decir tonterías.
    
    ─¡Ya! ─exclamó Tina─. Como si te hiciera falta el alcohol para decirte a ti misma que eres mema. Sabes que eso me molesta mucho.
    
    Noté cómo se me humedecían los ojos.
    
    ─No me riñas, Tina, hoy no, tu no ─dije, empezando a llorar.
    
    Exhalando un bufido, Tina se me aceró y me quitó el vaso de las manos para ponerlo encima de la mesita.
    
    ─Está claro que no sabes beber ─sentenció.
    
    Se acurrucó a mi lado y me abrazó.
    
    ─No sé lo que voy a hacer contigo ─suspiró, empezando a acariciarme el pelo y a besarme la mejilla que daba a su lado.
    
    ─Perdóname, Tina ─supliqué con voz llorosa─,te aprecio y te necesito. No volveré a llamarme así.
    
    Tina no respondió. Supongo que no se creyó lo que dije.
    
    Estuvimos así un buen rato. Me sentí muy cómoda siendo mimada por Tina, hasta que volví a recordar de lo que estábamos hablando. Me dispuse a continuar para que nos olvidáramos de mi tontería.
    
    ─Yo sólo quería ser una chica del montón ─reanudé, sorbiéndome la nariz─. Si a esa edad me hubieran hecho describir cómo me imaginaba mi futuro, hubiera dicho que estudiaría, que me pondría a trabajar, que conocería a un ...
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