Mi monito brasileño
Fecha: 18/06/2020,
Categorías:
Zoofilia
Autor: emy22, Fuente: RelatosEróticos
... cara peluda pegada a mis nalgas, su lengua por supuesto ya me estaba haciendo acabar de nuevo al introducirse en mi vaginita y lamerme por dentro como nadie me lo ha hecho nunca, yo aprovechaba de frotar mi clítoris por lo que sólo tenia una mano para apoyarme cuando sentí que el chimpancé dejaba de lamerme, me sonreí por que ahora ya sabía lo que venía (eso creía yo), su inmensa vergota clavada hasta los huevos en mi conchita, por lo que me eche tratando de relajarme los más posible y sentir la deliciosa bestialidad con Tommy me iba a coger.
Sin embargo esta vez el pene de mi adorado mono no se acercó a mi vagina sino empecé a sentirlo en la entrada de mi ano, adonde no había entrado nada antes –‘ No mi amor,’ le dije’por ahí no, me puede doler mucho’- como saben ese tipo de cosas no le importan a un animal así que Tommy comenzó a tratar de introducirme su gran miembro en mi virginal y apretada colita; aunque todo el salvajismo del mono me había vuelto loca de gusto esto era algo que no quería permitirle a nadie por lo que ahora si trate de levantarme o de tapar mi ano con mis manos para que el mono me cogiera normalmente como yo deseaba pero fue totalmente inútil, Tommy agarró mi cuello y me empujó más fuerte contra el piso, aplastando mi mano con la que me masturbaba. Con la otra no tenía ni esperanzas de levantarme, pero igual lo intentaba cuando sentí como la gran cabezota afilada del miembro de Tommy empezaba a abrir mi agujerito posterior, por lo que había leído y ...
... hablado con amigas mayores yo sabía que el sexo anal dolía harto la primera vez, tanto que todas gritaban y como no quería que mi familia se levantara como por instinto alcance la bata y me la metí como pude en la boca. Lo hice justo a tiempo pues en ese momento sentí como si se me partiera en dos el culo cuando Tommy me penetró con toda su fuerza, mordí la bata tan fuerte que la rompí en parte, mientras el dolor me hacía retorcerme en el suelo. Como si fuera una máquina, ciego al dolor que le causaba a su hembra humana puta, el chimpancé bombeó hasta que todo su verga entró en el estrecho canal de mi culito, lo sentía como si tuviera en mi cola un gran pedazo de fierro hirviente que entraba y salía desgarrándome las entrañas; el mono recargó todo su peso sobre mí lo que me sofocaba mientras aceleraba el ritmo de su salvaje mete-saca pero dentro del gran dolor comencé a sentir un gran placer, sentía mi ano como un horno caliente y sin darme cuenta volví a masturbarme con la mano que tenía aplastada. Tommy gruñía muy fuerte sobre mi cabeza dejando caer su baba sobre mi mientras con sus manos me apretaba las tetas hasta hacérmelas enrojecer, estaba sudada entera por el sufrimiento y el placer, mi rápido orgasmo llegó haciéndome ver estrellas mientras con cada clavada el mono hacia temblar entera mis nalgas hasta que sentí como la leche de Tommy, mi chimpancé, me inundaba el ano en sus ultimas y profundas embestidas que me hicieron morder aun mas fuerte el pedazo de bata en mi ...