1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (16)


    Fecha: 25/06/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... pija se me pone de caballo queriendo entrar en tu culito. -me besaba la espalda mientras hablaba logrando que me retorciera y volviera a caer sentado en sus piernas.
    
    -Eres un chico precioso con un culito que resulta una tentación. -levantó un poco el culo del asiento y se fue bajando con una mano las mallas, de mala manera se iba librando de ellas hasta que salieron por sus pies y las tiró de una patada lejos.
    
    No llevaba ropa interior, me dio la vuelta e hizo que me sentara mirándole, la verga erecta le pasaba el ombligo, me sujetó de las nalgas y aplastó su polla con la mía uniéndonos por el pecho. Me besó un instante los labios y se separó para mirarme.
    
    -Bésame tu. -fue una imperiosa orden que no desobedecí y uní mis labios a los suyos, me exigió apretando con la lengua que los abriera y le dejara entrar. Sentía su beso húmedo y a su lengua buscando la mía impaciente de que se la acariciara, con las manos atrapaba mis glúteos y los empujaba hacia él, llegaba con la punta de los dedos a mi ano y sus uñas me lo arañaban.
    
    Tenía la verga muy dura pegada a la suya mucho más grande, y aquella parte de nuestro cuerpos echaban fuego, le abracé el cuello y le revolvía el cabello. La dureza de su vega me apretaba la tipa haciéndome sentirla hasta causarme daño.
    
    -¡Ahh! ¡Ahh! ¡Ahh! Ian, tu verga, me hace daño.
    
    -Esto no es nada para lo que vas a sentir. -me mordió los labios comiéndolos todos pero aflojó la presión de las manos,
    
    Metió una entre nuestros cuerpos y ...
    ... se cogió la polla, la pasó por debajo de la mía y me la metió entre las nalgas, ahora mi verga quedaba más alta y me sentaba sobre la dureza de su polla encajada en la raja de mis nalgas apretando contra mi ano.
    
    -¡Que rica se siente!
    
    -¿Ahora ya es de tu gusto? Cuando la sientes a la puerta de tu culito te gusta. -se reía sordamente mientras me besaba el pecho y me lamía las tetillas, yo tiraba el cuerpo para atrás, separándolo para que pudiera bajar con la cabeza y que me las chupara.
    
    Sí, ahora me sentía totalmente entregado a aquel hombre delicioso, a aquel macho que me despertaba el deseo apaciguado durante más de una semana. Hacía muchos días que no sentía una verga como ahora en la raja de mi culo, tentación para mi pasión dormida y que ahora despertaba voraz como un asolador incendio.
    
    -Me gusta Ian, me encanta la dureza de tu polla, el tamaño que tiene y quiero que me la metas, deseo entregarte el culo como tu querías. -dejó salir un sonido que sería una risa sin dejar de chuparme una tetita.
    
    Después de unos minutos frotando la verga en mi raja y lamerme hasta cansarse las tetillas, el cuello y la cara, haciéndome sentir su terrible deseo me levantó de sus piernas, tiró en el suelo la toalla que yo llevaba y me tumbo de espaldas sobre ella.
    
    Estiré los brazos en una llamada muda para que viniera a cubrirme y se tendió sobre mi abrazándole la cintura con mis piernas.
    
    -Fóllame Ian, démela ya por el culo. -me sonreía como un diablo pudiera sonríe a su ...
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