Kamila. Parte 1
Fecha: 20/06/2020,
Categorías:
Zoofilia
Autor: Leinad191, Fuente: SexoSinTabues
... alcanzar lo alto de la cama de un salto, pero no dejo de intentarlo. Al parecer mi pene le estaba motivando. Apenas y se me paso por la mente penetrarla, aunque supiera poco sobre perros… era lógico que ella era muy, muy, pequeña para pasar por eso. Así que me puse a pensar que podría hacer con ella… y la mejor opción me pareció, dejarla lamer mi verga, como alguna especie de mamada. La subí una vez más a la cama e intenté controlarla. Otra vez se abalanzo, y come pensé, comenzó a lamer mi verga con su pequeña lengua. De vez en cuando soltaba uno que otro rasguño y mordida, pero al pasar los minutos su ansiedad fue disminuyendo, hasta que se recostó entre mis piernas a lamer con tranquilidad mi verga. Su lengua era bastante húmeda, y ligeramente áspera. Ella no dejaba de lamer ni un segundo. Y cuando salía una pequeña gota de líquido pre seminal, concentraba todas sus lamidas en la punta de mi verga. Eso más que excitante, me hacía cosquillas, pero no voy a negar que estaba haciendo un buen trabajo. Pasaban los minutos y ya quería correrme, pero no encontraba el ritmo necesario en sus lamidas para hacerlo. Además, quería intentar más cosas con ella y esto estaba tardando demasiado. Se me ocurrió obligarla a embutir mi verga en su hocico… pero a pesar de que sus dientes no me causaban gran daño, su hocico era demasiado pequeño para darle por ahí. Finalmente ...
... decidí improvisar. La puse de panza, agarré sus patas, y metí mi verga entre sus muslos… y comencé a imaginar que estaba entrando en una peluda y caliente vagina. Después de un rato de bombear entre sus pequeños muslos y delicado pelaje, la fricción termino por joderme. Y yo termine con el pene terriblemente irritado, pero listo para correrse. Ya tenía el papel listo, pero se me ocurrió una mejor idea. —Kamila, ¿Quieres un poco de lechita, hermosa? Como se imaginarán no hubo respuesta alguna. Pero al parecer le había gustado el sabor de mi liquido pre seminal. Era obvio que la leche caliente le encantaría. Comencé a masturbarme entre lamidas caninas a toda velocidad, y puse mi mano para recibir el líquido. Era la hora. Podía sentir cada chorro acumulado en mis testículos salir lenta y placenteramente de mi verga. El semen estaba hirviendo y tenía una consistencia sumamente espesa, podía sentirlo en mi mano… desbordándose. Acerque mi mano al hocico de Kamila, ella comenzó a olfatear cuidadosamente, y después comenzó a lamer y tragar el semen con mucho ahínco. Todavía podía sentir bastante semen que no alcanzo a salir disparado, molestando a la entrada del cíclope. Lo presione un poco y Kamila inmediatamente se acercó a tragar hasta la última gota… En esos momentos, estaba impaciente. No podía imaginar lo que haríamos cuando creciera un poco más… Continuara…