1. Mi vecinita de 18 años me dio su virginidad


    Fecha: 21/06/2020, Categorías: Jóvenes Autor: jorgecampos, Fuente: RelatosEróticos

    ... pena. Después me bañé yo y estuvimos en la cama viendo la tele. Yo escogí ese hotel porque sabía que ponían películas porno en la tele. Y cuando estaba una escena donde la chica se montaba sobre él le dije que si le gustaría hacerlo, ella dijo que sí. Nos besábamos y le metía un poquito los dedos, acariciaba su pelo, su cuerpo todo, y le mamaba sus ricas y firmes tetas. Luego bajé de nuevo entre sus piernas, ella ya no me detuvo, le lamí el coñito hasta ponérselo bien cachondo de nuevo. Me acosté de espaldas y mi tranca quedó como un palo firme apuntando hacia arriba, ella se prendió de mí chupándomelo golosamente. –Llénamelo de saliva por todos lados para que te entre rico- le dije, -Verás qué gozadera-. Luego se montó sobre mí. Me gustó su decisión de hacerlo, ella estaba ganosa de ser penetrada de esa manera. Su sexo no se acomodaba a mi pene por la prisa que ella tenía de sentirlo ya dentro de su vagina. Agarré mi miembro con una mano y lo presenté en la entrada de su ya desvirgada rajita y cuando se montó arriba
    
    -¡aaayyy!- gritó cuando hiba entrando pero no se quitó.
    
    -Ahora tú tienes el control sobre mí, hazlo como tu vagina te lo pida- le dije. Se excitó mucho al oir eso, se apoyó con sus manos en mi pecho y se sentó sobre mi miembro. La hinchada cabeza de mi falo se hiba abriendo paso en su mojada cuquita, y por fin el miembro le entró todo. ¿Te gusta? . . ¡qué sientes!- pregunté. –Me siento plena , me siento penetrada hasta el fondo, ¡me encanta tu verga!- me ...
    ... dijo. Vicky estaba arriba de mí y ella no tenía idea de cómo moverse, solo brincoteaba sin ritmo, pero su cuerpo reaccionaba instintivamente buscando satisfacción al sentir mi pene dentro de ella. Temí que me pudiera lastimar en uno de esos brincos descontrolados, así que decidí instruirla para que gozara de mi tranca plenamente. Y yo gozar de su rica y apretadita rajita.
    
    -Mueve tus caderas suave a modo de que subas y bajes sobre mi tranca, y cuando encuentres la postura y el movimiento preciso, cógeme con toda tu pasión- le dije como todo un maestro. Se sentía tan apretadita que yo hacía un esfuerzo por no venirme. Mi leche estaba ya a punto de desborde. Qué rica nena. Agarré sus caderas y la dirigí poco a poco. Ella aprendió rápido la clase yo quería disfrutar suavemente de su rajita pero ella prefería el duro roce de la fricción. Estaba super caliente –aaayyy papi . . aayy papii- gritaba ella. Por fin encontró el modo perfecto y se convirtió en una ardiente amazona cabalgando sobre mi erecto y carnoso falo. Gemía y gozaba apoyada con sus manos en mi pecho. Y se meneaba duro y duro. Yo le acariciaba las tetas, sus nalgas, sus piernas. Y ya caliente le metía poco a poco un dedo en su culito, lo tenía apretadito también pero ella no respingó, ya estaba en brama comiéndose a sentones mi dura tranca. Era el momento preciso de meterle el dedo en el culo. Me excitó muco eso y ya no aguanté más su apretada rajita, -me voy a venir en ti- le dije, -toma mi lecheeee-. Y le disparé ...