1. Hace tiempo


    Fecha: 03/10/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... despedí de ella, sabía que no la volvería a ver.
    
    Una vez recogido el coche del parking cercano y lloviendo torrencialmente me fui a casa, sólo, con el recuerdo de ese momento vivido.
    
    Al pasar por delante de la parada del autobús que hay en la puerta del establecimiento, veo entre la gente a Alba, mojada, tiritando de frío, paré en el centro de la calle, no me preocupó la lluvia, ni el atasco que estaba formando, las bocinas de los coches eran para mi una canción de los "The Righteous Brothers"; me acerqué a ella, le abrigué con mi gabardina y la metí en mi coche, la acerqué a su casa y me invitó a tomar un café, acepté, ahora todavía no sé por qué acepté, pero doy gracias por hacerlo todos losdías.
    
    Se cambió y se puso cómoda, recién duchada con agua caliente, con la toalla alrededor de su corta cabellera, me preparó el café, yo sólo miraba sentado en la silla de la cocina, hablaba, yo miraba, decía no sé qué de su marido que estaba fuera de viaje y no volvería hasta el fin de semana (era martes), yo miraba, dijo que sus hijos todavía estaban en el apartamento de la playa con su hermana y que volverían también para el fin de semana, yo miraba, miraba cada movimiento suyo, adivinando, entreviendo su sexo cada vez que cambiaba de posición sus piernas.
    
    Al final le dije: "Alba me estas poniendo a cien, no puedo aguantar más y te lo voy a hacer aquí mismo" Ella se levantó, se quedó de pié delante de mí y soltándose el albornoz lo dejó caer en el suelo de la cocina y ...
    ... me dijo: "Si tienes lo que hay que tener párteme en dos".
    
    Allí mismo y sin quitarme la ropa lo hicimos, después del primer orgasmo y sin quitársela, me fue desvistiendo, y al final los dos desnudos fuimos a su cuarto de matrimonio. La foto de su marido estaba sobre la mesita, la verdad es que estaba bien, se quedó mirándolo y lo dejó encima del comodín, con el retrato hacia la cama, diciéndole: "Capullo mira lo que te pierdes".
    
    Desde ese momento, fue salvaje, en la vida la había visto así, me comió hasta que otra vez estuvo en su máximo poder mi verga y la volví a follar, cambiábamos de postura, sin parar, y al final entre gritos de placer me dijo "Maricón de mierda no aguantas nada, quiero más", "Yo maricón, y una mierda" le dije y empecé a moverme sin descanso, ya no me preocupaba si yo iba a tener o no un orgasmo, la quería partir en dos, tal fue mi ímpetu que se corrió chillando, digo chillando, dando alaridos de placer, diciéndome que era el polvo más maravilloso que había pegado en su vida, que era mejor que los que habíamos pegado juntos, que..., no se cuantas cosas más dijo, y de repente se queda mirando como mi polla todavía estaba como el palo de la mayor de un barco, recta, gorda y roja, no me había corrido.
    
    Mirándome y todavía sin poder respirar bien sonrió, y me dijo que me iba a hacer lo que nadie me había hecho todavía, y que después de ese día, solo pensaría en ese momento, conociéndola me asusté un poco, pero mi excitación y su promesa hacían que mi ...