Desahogo
Fecha: 25/06/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: xmysk, Fuente: SexoSinTabues
... permitir a mi lengua saborear la humedad interior. Pronto el sexo de Laura adquirió un brillo especial al quedar cubierto por una fina capa del líquido mezcla de sus jugos y mi saliva. Su pequeño ano, igualmente brillante y ensalivado, despertó mis más bajos instintos. Con un último y profundo lengüetazo arranque un pequeño gemido de Laura antes de incorporarme para deshacerme de mis pantalones y calzoncillos que cayeron al suelo liberando mi miembro totalmente erecto. Entonces, empujando sus piernas con una de mis manos, provoque que su culo se levantase ligeramente de la cama mientras tomando mi polla con la otra comencé a restregársela. Deslice varias veces mi glande sobre su rajita y abriéndose los labios a su alrededor pude notar lo caliente y húmeda que estaba. -Estas deseando que te la meta ¿verdad Laura? Es eso lo que quieres ¿verdad? Crees que te va a gustar, pero te garantizo que no va a ser así. Lleve entonces mi polla hasta la entrada de su estrecho culo y ejercí algo de presión en su esfínter. Fue entonces cuando, por fin, la cara de Laura se transformó mostrando el miedo que tanto me había empeñado en causarle. Su susto fue tremendo y lo mostro contrayendo su ano en un espasmo. -Ahh. -¿De qué te asustas ahora? ¿No es esto lo que querías? -Tengo miedo de que me duela- Me contesto, esta vez sí, con cara de niña asustada. El miedo en su rostro me desarmo y por un momento me vine abajo, realmente no quería hacerla daño. -Joder niña, no quiero hacerte daño. Retire ...
... mi polla de su puerta trasera y llevándola hasta su vulva la restregué por labios mayores que pronto la acogieron abriéndose entorno a mi glande. Apunte por un momento y lentamente comencé a clavarme en su interior mientras tomando sus muslos con mis brazos los junté apretándolos contra mi cuerpo de forma que sus pies, todavía calzados, quedaron a la altura de mis hombros. Aquella postura, junto con la estrechez de su joven sexo, hacía que su coño se sintiese especialmente apretado pudiendo sentir cómo, poco a poco, se abría entorno a mi pujante miembro. Laura se mordía el labio inferior y aguanto la respiración con los ojos cerrados hasta que mis huevos chocaron con su culo deteniendo el avance de mi polla, abrió entonces los ojos y con un gemido dejo escapar el aire mirándome a los ojos. -Aghhh. -No me mires Laura, no me mires por favor- Le pedí girando la cabeza en un intento de separar la imagen de la Laura que yo conocía de la mujer a la que estaba penetrando. Laura giro su cabeza a su vez y nuestras miradas volvieron a encontrarse en el espejo. En aquel espejo eran dos extraños quienes tenían sexo, Laura no era Laura, yo no era yo. Aquel reflejo era todo carne, todo lujuria. Mis reparos morales y mis miedos atravesaban aquella superficie pulida perdiéndose en el espacio. Mi cadera retrocedió lentamente antes de volver a clavarme de un solo golpe, la maniobra se volvió a repetir tres o cuatro veces abriendo Laura su boca con cada embestida para dejar escapar un gemido. ...