1. Adoro a mi mujer, mi bella madre !


    Fecha: 25/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentir no sé cuantos orgasmos mas. Mi madre era multi orgásmica y no me explico como el imbécil de mi padre no se percató de semejante hembra tan lúbrica en su vida. Dándome vuelta y mientras chupaba su preciosa cuquita fui colocando mi pene cerca de sus labios, hasta percibir como su lengua comenzaba a lamerle la cabeza, y en uno de sus arranques de locura optó por meterlo todo en su boquita mamándolo con una delicadeza que no pude resistir vaciando todo el semen que no pude retener y que para mi sorpresa ella bebió encantada, queriendo extraer hasta la última gota. Sin embargo esa eyaculación no hizo mella en mi, y dispuesto a concluir nuestro pecado subí sus piernas a la altura de mis rostro chupando y lamiendo sus bellos pies, los cuales introducía en mi boca hasta donde fuera posible mientras le colocaba en la entrada de su vulva todo aquello que tanto deseaba sentir en sus entrañas. La penetré al comienzo con delicadeza, después con decisión, con fuerza, mientras ella daba un grito de placer y sus gemidos aumentaban así como el vaivén de sus caderas… me abrazaba durísimo y como cosa extraña comenzó a musitar palabras de grueso calibre, lo cual aumentó mi excitación y queriendo que mi verga entrara hasta su corazón le di las estocadas mas fuertes que pude, hasta que comenzó a gemir mas y mas, estallando en el orgasmo mas prolongado que pude experimentar en mujer alguna, mientras inundaba sus entrañas con el semen que hasta ese momento pude haber reprimido y guardado en ...
    ... su honor. Sofía evitando mirarme a los ojos, con una falsa vergüenza y un discutible pudor se aferró a mi, pasando sus manos por mi espalda, suspirando como una quinceañera enamorada, y recostándose en mi pecho fue adormeciéndose en esa nebulosa que ahora le demostraba que un nuevo amor, quizás prohibido pero esta vez el definitivo, había llegado a su vida.
    
    Me detuve a contemplarla así, desnuda, entregada, indefensa, y enloquecido por la obsesión de sus nalgas, poco a poco le di vuelta de costado para seguir lamiendo como un demente su culo delicioso, entrando mi lengua hasta donde esta me alcanzaba, mientras ella abría su piernas facilitando mis besos. Mi verga estaba a punto de estallar, por lo cual tomé un poco de crema humectante de su tocador y lubriqué su precioso ano, ante lo cual ella angustiada me pidió que no le hiciera daño, pues temía que esto le doliera. No dije nada; la abracé así de lado y con mi pene embadurnado de crema comencé a pasearlo por la entrada de su culo, acercando mi cabeza hasta la entrada ya un poco dilatada… Sofía comenzó a excitarse y tomando mi miembro con una de sus manos lo colocó justo en la entrada de su culito y empezó a recostarse contra él, esperando que al penetrar no sintiera el dolor que tanto temía. Resulta que mi padre en una de sus borracheras una noche cualquiera quiso comérsela por detrás y prácticamente violentándola le hizo mucho daño por lo cual ella se rehusó a ese tipo de relación. Entendiendo su mensaje me quedé quieto ...