1. mi hija hannah (jugando con sofia mi sobrina)


    Fecha: 26/06/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... hasta introducirlo totalmente oprimiendo las paredes de su recto, lo cual le generaba placer y dio inicio a una serie de gemidos suaves y discretos, lo movía con rapidez mientras escuchaba en susurros - ¡mmm que rico y relajante! ¿Te gusta Sofi? Demasiado por favor no pares. Acerque mi miembro y ya se encontraba bastante relajada, lo introduje solo un poco pero fue lo suficiente para que me generara placer, sintió solo un poco de dolor en su primera enculada pero me dejo terminar en una acabada fulminante, luego de eso fuimos al baño y nos lavamos para continuar. En la cama me acosté y ella sin dudarlo y en total sumisión se arrodilló junto a mí y tomo mi verga en su mano mientras lo introducía poco a poco en su boca con su culo levantado, mientras friccionada sus glúteos y continuaba jugando con su vagina mientras ella disfrutaba de su primera mamada. Abrió su boca y lo envolvió con sus labios, lo beso y lamio de arriba abajo introduciéndolo lo más que podía una y otra vez, en ese instante ...
    ... deseaba eyacular, me gustaba muchísimo y más las cosas que me decía, le gustaba su sabor y lo apretaba alojándolo en su garganta, estaba vuelto loco mientras la observaba sudaba y deseaba estar nuevamente dentro de ella, la puse encima de mi e hicimos el 69. Mientras hacíamos ese majestuoso sexo oral, continuo mi dedo jugueteando en su ano, creo que eso me iba estimulando mientras iba mejorando su felatio subiendo y bajando con mi órgano genital en su boca, al igual yo no podía dejar de lamer su clítoris saboreando sus jugos, me sentía embriagado de tanto placer, fui chupando cada vez más con mas esmero hasta que mi nena se corrió en mi boca. En escasos minutos comencé a gesticular me iba a correr y creí que se iba a retirar pero continuo moviéndolo asiduamente hasta que sentí que mi cuerpo convulsionaba y eyacule en su boca dándole a conocer un nuevo sabor. Nos mantuvimos abrazados un rato, le dije cuanto le quería. Al fin había cumplido uno de mis deseos, penetrar a mi nenita dulce y virginal sobrina. 
«123»