1. Campamento Parte 5


    Fecha: 27/06/2020, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... en serio? ¿Todos? ¡Qué vergüenza! ―Entonces… ―dijo, esperando que me confesará. ―Sí, intentamos tener una relación… pero no funcionó ―dije, tratando de no entrar mucho en detalle. Pablo me miró poco convencido. ―Entonces Cristian si es gay… ―afirmó, algo decepcionado. ―No ―contesté de inmediato, con algo de molestia ―, él no es gay, lo único que quería era tirar. ―¿En serio? Qué raro ―suspiró. ―¿Por qué raro? ―pregunté―, él es uno de esos heteros que se tiran gays, pero siguen siendo heteros… lo que tu pensaste que yo era. ―Es raro porque yo muchas veces intenté provocar a Cristian… me paseé desnudo frente a él cientos de veces, en su casa, en la mía, y él nunca intentó algo… Si fuera de esos heteros que se tiran gays, no hubiera perdido la oportunidad conmigo… ¿no crees? Aquella conversación estaba empezando a ponerme incómodo. Todo el día me lo había pasado pensando en ese pendejo, lo último que quería era ponerme a discutir sobre porque no se tiró a Pablo y si a mí. ―Pregúntale a él, si quieres. Ya no quiero hablar de ese tema. Pablo me miró algo avergonzado. ―Está bien, lo siento ―dijo―, cambiemos de tema… ¡Tengo algo que mostrarte! Por el brillo que tenía Pablo en sus ojos podía darme cuenta de que lo que quería mostrarme lo tenía emocionado. Desesperado, Pablo empezó a rebuscar entre sus cosas y luego se volvió hacía mí con un enorme dildo en sus manos. ―¡Lo compré online y acaba de llegar hoy! ―exclamó emocionado. Mis ojos se abrieron grandes al ver el tamaño de aquel ...
    ... enorme pene de hule. ¡Era gigante! Debía medir al menos veintidós centímetros y tenía venas artificiales rodeando su tronco grueso que lo hacían ver muy real… ¡Demasiado real! ―Eres un loco ―suspiré sin poder quitarle los ojos de encima a semejante juguete. ―Se ve muy real, ¿no? ―dijo con un suspiro. ―Demasiado… ―susurré, imaginando lo difícil que debía ser meterse todo eso por el culo. ―Por lo que veo Ángel no te mantiene satisfecho ―bromeé―, pensé que con lo insaciables que son ambos se llevarían muy bien. ―Ángel lo hace rico, pero no me gusta mucho la forma en la que me trata, es muy bruto. Siempre que estoy con él, al día siguiente tengo que estar ocultando las marcas que me deja en las nalgas o en el cuello. ―Ya veo ―suspiré, recordando la vez que casi me asfixia con su pene. ―Y como tú ya no quieres tirarme… por no malograr la amistad… pues no me quedó otra que comprarme un juguete ―dijo, lanzándome una indirecta bien directa. ―Está bien ―dije con una sonrisa―, pero aun no entiendo cómo vas a hacer para meterte todo eso… ―Con esto ―contestó él, sacando un frasco de lubricante de su mochila―, y con tu ayuda. ―¿Qué? ¿De qué hablas? ¡¿Quieres que yo te lo meta?! ―exclamé sorprendido. Realmente no me esperaba eso. ―Porfaaaa… es muy grande y necesito quien me ayude a dilatarme y a lubricarme… aunque sea para lo primera vez… por favor, ¿Si? No te estoy pidiendo que me penetres tú, sólo méteme el dildo… Por fa… Las suplicas de Pablo se volvieron más y más intensas, y por más ...
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