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AMALIA Y EL MULATO
Fecha: 02/07/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dándole a mi mujer un soberbio sobeo por todo el cuerpo siempre por encima del camisón. Mientras tanto el movía su cintura hacía los lados y hacia dentro haciendo que mi mujer notará en todo su culo su polla que a todas luces estaba aumentando de tamaño. Mi mujer se estaba dejando sobar y tocar todo su cuerpo con cara de estar disfrutando y moviendo las caderas de adelante a tras para sentir la polla del mulato en su culo. El mulato estaba sobando a mi mujer como diez minutos hasta que dándole la vuelta la colocó delante de la mesa de la cocina. Agarrándola por los brazos la sentó frente a él y echándola hacia atrás la colocó con la espalda apoyada en la mesa pero con las pierna colgando fuera. Se sentó en una de las sillas y colocó otras dos a los lados de las piernas de mi mujer. Acto seguido abriéndole las piernas las colocó sobre los respaldos de las sillas. Algo así como la mesa de un Ginecólogo. Le subió el camisón hasta más arriba de la cintura y empezó a besar las piernas. Primero los pies, siguió subiendo por las pantorrillas. Luego empezó a besar y a pasar su lengua por el interior de sus muslos para acabar lamiendo y chupando los labios de su coño. Mi mujer ya estaba absolutamente abandonada a lo que le estaba haciendo sentir el mulato y anda que no a follado con mulatos negros etc, lo que pasa que ella dice que cada macho es distinto. La imagen era de lo mas ardiente. Con el camisón por la cintura totalmente abierta de piernas delante de aquel mulato y ...
... acariciándose los pechos y gimiendo cada vez que sentía que su pipa era atrapada entre los labios del mulato. Llegó un momento que me di cuenta que ya no podía aguantar más y que necesitaba correrse. El mulato se dio cuenta también y para mi sorpresa le dijo. Se que necesitas correrte. Que ya no aguantas ni un segundo mas sin tener un orgasmo. Pero no voy a ser yo el que haga que te corras. Vas a hacerlo tu. Vas a masturbarte así como estas delante mía. Quiero ver como una perra blanca como tu se masturba hasta correrse delante de este mulato. Yo no podía ceerlo. Mi mujer empezó a acariciarse su coño absolutamente fuera de si. Mientras que con una mano se acariciaba la pipa se metía dentro de su coño los dedos de la otra cada vez con más fuerza y más velocidad hasta que arqueando la espalda empezó a temblar y tuvo un orgasmo formidable dándole al mulato lo que le pidió. Casi no había acabado de correrse cuando el mulato acercó la cara a su coño y empezó a besarlo, lamerlo, chuparlo mordiéndole la pipa en otras palabras una comida de coño de puta madre.. Al cabo de unos minutos mi mujer no hacía más que mover sus caderas y con sus dedos abría sus labios del chocho para sentir mejor la comida de coño que le estaban dando. Empezó a llorar y a gemir como nunca la había visto y no paraba de decir. Por favor no pares sigue así. Ese hombre la estaba llevando a un estado en el que mi mujer no era ya consciente de sus actos solo quería sentirse mujer cachonda como es ella. Y de ...