Mi primera noche en un antro - Parte 1 y 2 - Relatos Eróticos

Mi primera noche en un antro - Parte 1 y 2

... cogiendome por la boca. Sentia su verga tocar mi campanilla para luego salir un momento y volver a entrar de nuevo hasta el fondo de mi garganta. Volvi a sentir las arcadas y hacer sonidos como queriendo vomitar, lo cual no tardaria en hacerlo si Franki seguia cogiendome por la garganta de la manera tan furiosa como lo estaba haciendo. Sentí que su cuerpo empezaba a tensarse y su respiración cambiaba. Por un momento pensé que iba a eyacular su leche en mi boca hasta que dio un paso atrás que hizo que su verga se deslizara entre mis labios. Lo vi mientras tomaba unas cuantas respiraciones profundas y recuperaba el control de sí mismo, lo que aplazaba su inminente orgasmo. Miré hacia arriba, nuestros ojos se encontraron momentáneamente y intercambiamos una breve sonrisa. Sin decir palabra, él me ayudó a levantarme de mis rodillas y luego juguetonamente me empujó de nuevo a el asiento de su carro. En un instante, él estaba encima de mí y me besaba apasionadamente y sentí su polla dura presionar contra el interior de mi muslo. Él arrastró sus besos por mi cuerpo hasta que llegó a mi panocha, que ahora estaba completamente empapada. Lo sentí deslizar sus dedos dentro de mi empapada vagina, luchando contra la mata de pelo púbico que la cubria por completo. Abrí mis piernas de par en par dándole un mejor acceso y miré como él bajó sus ojos, mirando con hambre a mi panocha. -'Dios mío, estás tan mojada Amy' - dijo, mientras sus ojos recorrían mi cuerpo. Sentí que mi humedad ...

... salía de mi vagina y corría por el interior de mis muslos. Empezó a besar y lamber mi muslo interior, entonces sentí su boca viajar al otro lado donde lamió y suavemente mordió el interior de mi otro muslo interno acercándose más a mi empapada vagina. Ya no podía soportar más y agarré su cara y lo moví para que su boca estuviera en línea con mi vagina. Al parecer, eso era todo el impulso que necesitaba, ya que inmediatamente comenzó a chupar mi clítoris y corriendo su lengua arriba y abajo de mi húmeda panocha. Jadeando, miré hacia abajo mientras él extendía su lengua y la empujaba profundamente dentro de mí. Lo sentí poner sus manos en los cachetes de mi culo, que él masajeó mientras que mantenía su lengua enterrada en mi sexo mojado. El intenso placer que me estaba dando con su boca me hizo sentir como si estuviera entrando y saliendo de la conciencia y yo podía oír los sonidos de sorbido que emanaban entre mis piernas. Mis caderas estaban tronando salvajemente mientras Franki metía su cara en mi panocha, como queriendo meterse dentro de mi en una especie de bizarro parto en reversa. Me sacudí y me estremecí y experimenté mi primer orgasmo de la noche. Él me dejó recuperar lamiendo la humedad desde el interior de mis muslos y por suerte su boca se mantuvo alejado de mi sensible clítoris durante un minuto. Aprovecho que estaba yo ida completamente para bajar su lengua hasta mi ano el cual empezó a lamber y forzar queriendo meter su lengua en el. Una vez que vió que me había ...