Conejita de laboratorio (1)
Fecha: 07/07/2020,
Categorías:
Dominación / BDSM
Fetichismo
Sexo en Grupo
Autor: baldsex59, Fuente: xHamster
1Todo empezó a primera hora de la tarde cuando llegaron a casa del jefe de Paco, su marido. El consejero delegado de la empresa, había llegado de Nueva York y se había preparado un partí para agasajarlo. Un buen número de directivos de medio pelo y unos pocos “pata negra”, deambulaban con sus esposas ataviadas como si estuvieran de boda. Una hora mas tarde, cuando la intranquilidad comenzaba a cundir entre los devotos asistentes, llego él. Cuando apareció por la puerta, un enjambre de ejecutivos trajeados se atropellaron ávidos de rendirle pleitesía. Cuando por fin le vio, se encontró con un hombre maduro, pero con buena presencia, y desde luego atractivo. Fue como un fogonazo inexplicable cuándo se aproximo a él. No podía entender como una señora como ella, estaba mojando las bragas de esa manera. Se pegó a su marido con el único afán de que le presentara al jefazo americano, y lo consiguió. Cuando se estrecharon la mano, lubrico más. Y él se dio cuenta de inmediato, como… si lo esperara. Ya no la soltó. Con la excusa de que necesitaba un guía que le presentara a todo el mundo en la fiesta, la llevó del brazo y en ocasiones por la cintura, ante el beneplácito orgulloso de su marido, que no hacia más que sacar pecho y sacar fotos con su móvil también. En una ocasión, mientras charlaban en un corro de seis o siete personas, y aprovechando que ella y el consejero delegado estaban dando la espalda a la pared, noto como la mano de este se deslizaba suave hasta su trasero. El ...
... sofoco la subió hasta sonrojar sus mejillas. Pero no fue algo fortuito, cada vez que el consejero tenía oportunidad, su mano se deslizaba por su trasero. Lo suyo era bastante más que un simple sofoco. Claramente había mojado las bragas, mejor dicho el tanga, y las piernas la temblaban solo de pensar en la posibilidad de que su marido la pillara en un trance tan delicado, y sin comerlo ni beberlo, al menos por ahora.Mientras recorrían la fiesta, conducida por mano firme por el consejero, no veía el momento de quedarse a solas con él. Al final ocurrió. Con el deseo desbocado y cegándola el cerebro, se encontró a solas con él, en uno de los dormitorios de la casa. Sin mediar palabra la cogió por la nuca y la beso en la boca. De inmediato noto como su exiguo tanga se humedecía definitivamente. A continuación, agarrándola fuerte por el pelo, la arrodillo mientras se sacaba la polla. Nunca había tenido nada tan grande dentro de la boca, aunque la de su marido no estaba mal. Casi la llenaba por completo. El glande presionaba con fuerza contra el fondo de su garganta más allá de la campanilla con cada embestida. Pero sin saber explicar por qué, sentía una excitación desaforada. Cuando eyaculo, sintió el peculiar sabor del esperma mientras salía por la comisura de los labios. Sin soltarla del pelo, la bajo las hombreras del vestido que resbalo hasta el suelo. A continuación, soltó el cierre del sujetador y tirando del tanga, lo rompió y se lo guardo en el bolsillo después de pasárselo por ...