Soy la exclava sexual de mi yerno
Fecha: 11/07/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: martamadura, Fuente: CuentoRelatos
... que todo.
Mi yerno volvió a sonreír, sin importarle toda la vergüenza, el horror y la tristeza que yo sentía en ese momento.
"Entonces suegra ahora demuéstreme que desea que me quede y creo que es mejor que haga su mejor esfuerzo en convencerme" dijo autoritariamente.
Sintiendo que mi corazón se rompía y que la vergüenza y la humillación llenaba cada pulgada de mi cuerpo y de mi mente, me levante del sofá y comencé a desnudarme. Joel me miro, sus ojos brillaban mientras recorrían mis desnudos senos y el arbusto de mi vello púbico que cubría mi vagina.
Totalmente desnuda me arrodille frente a mi yerno "Por favor déjeme servirle Joel" suplique sollozando, casi estrangulada por mis vergonzosas palabras. "Deseo pertenecerle a usted, quiero que me deje satisfacerlo en todo, deseo ser su esclava, le aseguro que le obedeceré completamente" continué.
Mis mejillas ardían de vergüenza, incline mi cabeza sumisamente esperando que mis palabras lo hubiesen convencido, satisfaciendo su necesidad de dominarme completamente.
Mi yerno sonrió otra vez, la satisfacción se notaba en su rostro, Había ganado, había logrado someterme a su voluntad.
Entonces tomándome del brazo mi yerno me levanto sentándome a su lado en el sofá, "Inclínese suegra y separe sus piernas" me ordeno "Deseo examinarla".
Hice lo que me dijo, completamente avergonzada por la humillación que sentía, mi yerno se inclinó sobre mi desnudo cuerpo y coloco su boca sobre la mía, deseaba luchar, ...
... resistirme, empujarlo lejos de mí, pero sabía que no sería lo mejor, en lugar de hacer esto, separe los labios y acepte que su lengua entrara en mi boca. Sentía una inmensa degradación, pero no debía incurrir en ninguna equivocación, correspondí a su beso fingiendo cuanto podía, el beso duro bastante tiempo, hasta que separándose satisfecho mi yerno sonrió.
"Eso estuvo muy bien suegra" me dijo "siga así y vera que me convencerá de que me quede".
Parecía que no necesitaba una contestación, mi yerno tenía otras cosas en mente, su mano acaricio de nuevo mis senos, involuntariamente mis pezones ante las caricias empezaron a ponerse duros, no paso mucho tiempo antes de que sustituyera su mano por su boca, comenzando a chupar mis senos. Aun contra mi voluntad, sus caricias tenían el efecto previsto, podía sentir como mi vagina empezaba a humedecerse, mientras mi cuerpo traicionaba mi voluntad. Mi respiración empezó a hacerse más pesada e inestable.
Entonces mi yerno empezó a inspeccionar mi vagina, frotando ligeramente los dobleces de mis labios, insertando primero uno y entonces otro dedo dentro de mi vagina, rozando ligeramente mi clítoris con su pulgar, la excitación de mi cuerpo empezaba a vencer la parte consciente de mi pensamiento. No podía negar que aun con toda la vergüenza, repugnancia y humillación que sentía mi cuerpo estaba excitándose mucho al ser acariciado de aquella manera. Físicamente había despertado la muy olvidada necesidad de sentir un pene dentro de mí, ...