1. Lujuria culturista (4): Rick y Leo Walker


    Fecha: 12/07/2020, Categorías: Gays Autor: ivangro, Fuente: CuentoRelatos

    ... comencé a frotarlas por la extensión de sus pectorales y sus brazos abultados mientras podía sentir sus dedos deslizándose hacia mi culo redondo, agarrando las mejillas y separándolas.
    
    "Sí!, marica! Tu suave conchita está tan hambrienta. ¿Te gusta cómo se siente mi enorme cuerpo?"
    
    "Oh! Sí..." jadeé. "Eres tan grande y tan jodidamente caliente...".
    
    "Me alegro de que te guste porque pienso escarbar muy dentro de tuyo. Me encantan los maricones como tu como tú: se muestran todos enormes y sementales para luego convertirse en unas sumisas y ardiente nenitas deseosas de mi gran verga negra. ¿Vas a ser mi nena esta noche?" Solo mirando el gran cuerpo de mi ídolo y escuchándolo hablar de esa manera tan dominante me estaba volviendo loco. Hubiera prometido cualquier cosa que me haya pedido, definitivamente estaba rendido ante él. "Sí señor. Seré tu nena!!" Contesté mordiéndome los labios.
    
    "Buena nena! Te voy a poner algunos bebés en esa suave conchita. Ahora: acércate hacia mí para que pueda poner esta gran verga debajo de ti".
    
    Presioné mi pecho más fuerte contra el suyo, levantando mis nalgas y sintiendo sus manos llegar hacia atrás, agarrar su verga, empujando la cabeza contra mi agujero para luego poner sus manos sobre mis hombros y empujar hacia abajo. Pude sentir el enorme hongo de su cabeza separando los labios de mi ojete, y gracias a que ya estaba tan cogido y tan mojado, fácilmente pudo meter, centímetro tras centímetro, su venoso mástil carnoso, ...
    ... hundiéndolo cada vez dentro de mí. Cuando finalmente llegó hasta adentro en su totalidad, el interior de mi agujero comenzó a dar fuertes sacudidas alrededor de su polla. Era como si estuviera teniendo un orgasmo dentro de mi culo.
    
    "Sí, perra! Llegué a tu punto G. Vamos! Cabalga esa conchita dulce en él." Me ordenó mientras yo simplemente empujaba y me retorcía por los sentimientos que me invadían. Pude ver como papá se levantaba de su silla para situarse detrás de nosotros y sentir su mano en mi culo justo donde Leo estaba conectado.
    
    "Wow, Rick! Los suaves labios de tu conchita se ven tan hinchados y estirados! Ese es mi musculoso hijo con su hambriento y tembloroso agujero." Yo gemí y continué manoseando el ondulante pecho de Leo mientras le comía la verga tan profundamente como pude. "Voy a ir a la cocina y tomar más cerveza". Finalmente dijo papá.
    
    "¡Espera!" Le contestó Leo. "Vamos a ir contigo. Rick aférrate de mí" Envolví mis brazos alrededor de su fuerte cuello y antes de que termine de aferrarme a él, se levantó, acomodando mis piernas alrededor de su cintura para que su verga quedara enterrada en mi culo. Seguimos a papá hacia adentro de la casa adentro y con cada paso la gruesa verga de Leo se deslizaba de dentro hacia fuera, siempre golpeando bien adentro de mis entrañas. Por más que lo intentaba, no podía dejar de gemir. Una vez dentro de la casa, papá caminó alrededor de la isla de la cocina, hacia la nevera mientras Leo sentó mi trasero en el otro extremo del ...
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