SECRETOS DE MUJER
Fecha: 14/07/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... piel de sus suaves testículos, masajéanoslos con dulzura y chupando al mismo tiempo su cabeza. El baja por mis piernas arrancando mi bombacha que ya está impregnada en flujo, besa mis pies, mis pantorrillas, mis gordas piernas, su cabeza se pierde en mi raja, no puedo creerlo, me dejo resbalar por la silla, me abro para él, siento su lengua jugar en mis labios, en mi clítoris, en mi esfínter, se pega en mi intimidad, me come, sus manos están adheridas a mis tetas, jugando en ellas, pierdo el control lo deseo, me decido a todo quiero que me penetre, no me importa más nada, lo separo de donde está, no quiero acabarme, no todavía, beso su vientre, sus pectorales, acaricio sus enormes bíceps clavando en ellos mis afiladas uñas, me siento tan pequeña a su lado. Junto mis labios con los suyos, lo beso apasionadamente acariciando su nuca, no doy más, solo quiero sentirlo dentro, es ahora o nunca, estoy embriagada, le imploro para que me la meta… El macho toma distancia y se coloca un preservativo, vuelve a mí que lo espero jadeando, me levanta por el aire como si levantara un papel y me lleva contra la pared, me aferro a su cuello y abro mis piernas a su alrededor, sujetándolo con fuerza, me toma de las nalgas y me deja caer mientras embiste con su miembro, lo siento entrar, me quema como una braza, lo siento tan profundo que me arranca un grito de dolor y placer, empieza a cogerme con locura, me hace gritar, no puedo evitarlo, cada golpe en lo profundo arranca orgasmos de mi ser, ...
... es tan gruesa que parece partirme. Arqueo mi espalda para acompasarlo en los movimientos, es tan grande que parece romper mi interior, trato de aferrarme con fuerza a su cuerpo para que la penetración no sea tan profunda, pero no puedo evitarlo, caigo por mi propio peso ensartando ese puñal hasta lo profundo de mi ser… Sonríe, me dice que no grite tanto, yo lo miro incrédula, no me doy cuenta de lo que hago… Al fin me baja y le pido que se siente sobre la silla en la que antes yo estaba sentada, su verga dura sigue más allá del ombligo, se la lleno de lubricante, estoy dispuesta a todo, voy por todo, ya no me importa incumplir mi promesa, todo quedaría entre esas paredes. Me doy vuelta dándole la espalda, me acomodo entre sus piernas abiertas, agarro su poronga entre mis dedos para conducirla donde quiero conducirla, amago a sentarme sobre él, poniendo la puntita en mi culo, fuerzo sutilmente mientras él me sujeta con firmeza empujándome hacia abajo, suspiro, me duele, me duele demasiado… Vuelve a lubricar, pero duele a montones, es demasiado gruesa para mi culo virgen, lo siento caliente detrás de mí, intentamos una y otra vez, lo siento en la puerta pero no pasa, por más lubricante que pongamos… Al fin, harto de mis histeriqueos, me toma y me empuja con fuerza hacia abajo, haciendo que me penetre con un golpe seco, grito del dolor, siento mi culo destrozarse de golpe, quero salir pero él me mantiene prisionera, inmóvil, dándome tiempo a que me acostumbre. Luego empiezo a ...