Eugenia, una chica encantadora
Fecha: 14/07/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: estebanhot, Fuente: CuentoRelatos
... Oh, mamá, me dejas tranquila.
Luego de una opípara cena, nos sentamos en el amplio sillón, viendo un poco de televisión, muy juntas. Sentía la proximidad del cuerpo de diosa de mamá, su perfume irradiaba un especial encanto.
-Amorosa, después de ducharnos, vendrás a dormir conmigo, si?
- Sii, hace mucho tiempo que no comparto tu cama, me encantaba estar con ustedes, me sentía protegida.
- Pasa que el dueño es tu papi, dijo sonriente.
- Lo sé, mami, y no digo nada. Huummm
Ambas soltamos alegres carcajadas, luego nos encaminamos hacia el baño. Ambas desnudas, contemplé el sensual cuerpo de mamá, ella hizo lo mismo! Ambas gozábamos al vernos, con una leve caricia apretó mi pezón.
Flotaba en el ambiente una irreprimible ansiedad. Mamá comenzó a frotar mi cuerpo, cent un profundo bienestar! Luego, sus manos bajaron a mi bajo vientre, me dejé hacer, pues ya estaba rendida de fuertes deseos. Mamá adivinando mi sensualidad a flor de piel, unió su boca a la mía en un prolongado y ardiente beso. Sus hábiles manos comenzaron a frotar mi ya inflamado clítoris.
-Mamaà, como te sientooo, aaaaa, te amo mi mamita! sigueee!
- Mi dulce! sii, quiero que sientas todo el placer! Dijo plena de lujuriosos deseos.
Su ...
... lengua se hundió en mi tierna boca, ya éramos dos exultantes amantes. Me vino un hermoso orgasmo, temblando, lancé un gritito, esto calentó más a mi madre, en un impulso se bajó hacia mi dilatada concha, comenzando a chuparla. Era maravilloso, tuve otra acabada, mamá sorbía con ternura y pasión mis líquidos que se mezclaban con la tenue lluvia.
- Amorosa, vamos a la cama, te haré sentir toda mi pasión.
- Ohh, si también quiero brindarte placer a ti.
Nos secamos y de inmediato nos acostamos en la cálida cama, testigo de los más hermoso polvos entre mis bellos padres, y yo ahora era una invitada especial.
Mamá me ofreció sus hermosas tetas. Comencé a chupar sus pezones, esto era el sumun. Mi boca se hizo pequeña al sorber con desesperación y lujuria estos sensuales frutos.
Luego, con sus hábiles manos, me acomodó haciéndome quedar de rodillas, mis redondas nalgas y mi divino culo, quedaban como una ofrenda.
Su lengua fue recorriendo mis caderas! Mis gemidos excitaron más a esta hembra, ahora era mi dilatado ano el receptor de su lengua, que se hundió muy dentro.
-Aaaaaa, mamá, siii, que hermosos besos, sigueee, ¡¡chúpame!!
Su boca iba desde mi ano hacia mi vulva, era un desesperante placer.
CONTINUARA.