1. Mi maravillosa ex-suegra


    Fecha: 16/07/2020, Categorías: Primera Vez Autor: Kralik89, Fuente: CuentoRelatos

    ... que ella dejara de lamer mi pija, conduje suavemente hacia un motel cercano.
    
    En el hotel las inhibiciones desaparecieron.
    
    Tal solo al cerrar la puerta de la habitación levanté su vestido, aparté el hilo dental que cubría su chorreante rajita y le calcé mi pija con fuerza levantándola del piso y sosteniéndola con mis manos en sus muslos.
    
    La embestía duramente contra la pared y sus gritos de placer renovaban mis fuerzas.
    
    "Hace tanto que deseaba esta pija", me decía. "Te la mamaré hasta el hartazgo".
    
    "Dime que deseas a tu suegrita"
    
    "Decime que siempre quisiste cogerme guachito".
    
    Y yo le contestaba:
    
    "Vamos a hacer cornudito al cabrón de tu marido".
    
    "Siempre supe que eras una putita caliente".
    
    "Vas a mentir para verme porque te haré adicta a mi leche".
    
    La acabé en la boca, la acabé en su culo y cuando al fin la acabé en su raja ella me gritó en el oído, con fingido enojo, "Eres un cabrón. Me dejarás embarazadita y tendré que mentir a mi marido".
    
    "Odio a tu marido porque te encontrará al amanecer en tu cama, bien folladita y mojada con mi leche y te hará gozar otra vez."
    
    "Si papito, lo hará y yo pensaré en vos como lo he hecho todos estos años en que me ignoraste".
    
    A las 630, aún de noche, la dejé en la puerta de su casa. Ella ...
    ... no paró de mamármela durante todo el trayecto.
    
    Esa fue mi noche desquite. A partir de ese momento pasé a follarmela con regularidad.
    
    El morbo de Silvina llegaba a tanto, que, tiempo después, me presentó a su marido como el novio de una amiga que se prestó al juego y con esa excusa empecé a frecuentar su casa y a follármela por todos los rincones y en las circunstancias más insólitas.
    
    También la disfrutaba en mi departamento, donde ella solo vestía una minúscula tanga y altos zapatos de tacón para que yo me la follara con una asiduidad que desafiaba mi fortaleza.
    
    Otras veces, ella y su amiga también casada, montaban para mí unas noches de sexo desenfrenado donde luego de follar a una debía follar a la otra y más tarde a ambas simultáneamente.
    
    Yo me sorprendía de su capacidad actoral cuando muchas veces llamaba a su esposo desde mi departamento mientras tenía mi polla profundamente ensartada en su culo y con tono dulzón le decía cosas como:
    
    "Si mi amor, tal vez llegue más tarde porque me he demorado en la exposición"
    
    Silvina fue mi puta durante mucho tiempo más, hasta llegamos a convivir abiertamente cuando enviudó y solo me dejó, muy a mi pesar, cuando la diferencia de edades ya fue insostenible.
    
    Ha sido lejos la mujer que mejor me ha follado. 
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